La venganza de Cristina
La relación sentimental entre Néstor Kirchner y María Ángela Girometti, empresaria de turismo en Calafate, tuvo respuesta. Girometti era propietaria de un hotel llamado Los Álamos y Cristina de Kirchner se vengó con la edificación de otro hotel a escasos metros, al que llamó Los Sauces. La presidenta supervisó personalmente la decoración y se ocupó hasta del detalle más excéntrico: meter una bicicleta dentro de la piscina.
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