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ciclismo | juicio

Un exmédico y el director del Xacobeo intercambian acusaciones de dopaje

Juan Manuel Rodríguez Bastida asegura que fue despedido del equipo por negarse a dopar a sus ciclistas

EFE

El exmédico del Xacobeo Galicia Juan Manuel Rodríguez Bastida y el director gerente del club, Pedro Alfaro, se han intercambiado hoy acusaciones de dopaje tras la celebración de un juicio sobre la extinción de la relación laboral entre las partes, que quedó visto para sentencia. Al final no comparecieron el secretario general para el Deporte de la Xunta, José Ramón Lete, al no ser el representante legal de la Fundación Gallega de Ciclismo, pese a que en la audiencia previa se fijó como uno de los testigos citados, ni tampoco Álvaro Pino como mánager del equipo.

Asimismo, la defensa de la Fundación Gallega de Ciclismo renunció a los testigos que había llamado a declarar, los corredores David García, Gonzalo Rabuñal y Serafín Martínez, así como un periodista de la Radio Gallega, que sí hicieron acto de presencia en el Juzgado de Instrucción Número 13 de Vigo. Finalizado el juicio, el doctor Bastida insistió en que fue destituido porque resultaba "un obstáculo en los planes de dopaje" del club, mientras que Alfaro recordó que éste había trabajado antes para Euskaltel Euskadi y Fuenlabrada, en los que algunos corredores no pudieron competir "por no superar los controles previos".

Alfaro se refirió a un positivo de dopaje en la Vuelta, a otro en la Euskal Bicicleta y a otro más en el Tour de Francia. Sobre este último caso, el doctor Bastida alegó que por aquella época trabajaba para una escuadra portuguesa y no para el Euskaltel. Bastida relató que desde su llegada al Xacobeo Galicia implantó "un código interno", una especie de "pasaporte biológico" según el cual cuando los ciclistas "rebasaban ciertos límites, no podían correr", pero hizo hincapié en que "todo cambió" cuando llegaron al club Pedro Alfaro y Álvaro Pino. Reveló que Pino le propuso en dos ocasiones que "relajara los controles a los corredores", es decir, que "si veía en las analíticas datos que no eran convenientes" como perfiles hematológicos anormales, "que dijera que no pasaba nada".

Alfaro niega las acusaciones y contraataca

Aseguró que informó de la situación al secretario general para el Deporte de la Xunta y le advirtió de que "con su dejadez podía ser cómplice de problemas de dopaje que luego hubo", en alusión a los positivos por hydroxyethyl de Ezequiel Mosquera y David García y a la contratación del médico colombiano Alberto Beltrán, relacionado con tres positivos por EPO en el Liberty portugués. Pedro Alfaro alegó que "nadie dijo nada" cuando remitieron la solicitud de licencia del médico colombiano Álvaro Beltrán a la Vuelta y a la Unión Ciclista Internacional (UCI), y que en cuanto supo de su relación con los positivos de Nuno Ribeiro, Héctor Guerra e Isidro Nozal lo destituyó "telefónicamente a los dos minutos".

"Hasta ese momento", insistió el director gerente del Xacobeo, "no teníamos documentado ningún problema" con el equipo italiano para el que Beltrán trabajó con anterioridad y que también se vio envuelto en casos de dopaje. Alfaro avanzó que habrá "más de una y de dos" querellas criminales contra el ex médico del Xacobeo por sus acusaciones, algunas "muy duras, por desgracia", pero que "hay que ir por etapas, como en el ciclismo". El director gerente del equipo gallego se preguntó por qué el doctor Bastida no ha llevado a los tribunales las incitaciones a dopar a las que se refiere, y señaló que le propuso la rescisión del contrato al constatar que "está más preocupado de lo económico que de lo médico".

Alfaro señaló que despidió al doctor Bastida porque "se negó a devolver" 32.000 euros en concepto de anticipo "por una serie de cosas que no se hicieron", aunque ya se lo había avanzado antes habida cuenta de su "enfrentamiento con el equipo técnico y los ciclistas". Bastida puntualizó que ese adelanto era para hacer frente a gastos de desplazamiento para asistir a reuniones de la UCI en Suiza y que el único enfrentamiento que tenía en el club era con Álvaro Pino. Aseguró que si lo despidieron en la cuarta etapa de la Vuelta de 2009, vía SMS al móvil de un mecánico con el que viajaba por carretera a Lieja, y no antes, fue porque la UCI exige que tres semanas antes de las competiciones el médico titular tiene que estar presente en los controles.

Además, reveló que el billete de avión que le facilitó el equipo para regresar a España había sido reservado con anterioridad al comienzo de la ronda española, con lo que dedujo que "todo estaba premeditado", tanto su salida como la incorporación del colombiano Álvaro Beltrán.

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