«Es cuestión de 48 horas para tomar una decisión». Tras muchas horas de suspense, José Miguel Salinas aportó algo de luz a la situación de la compraventa del Córdoba por parte de Grupo Prasa a Signum, la empresa liderada por Víctor de Aldama. El dignatario blanquiverde confirmó en la Cadena Ser que «estamos en la fase final. Hemos recibido mensajes de la parte compradora de que se pueda realizar, pero también estamos ultimando un plan alternativo para permitir la continuidad del Córdoba con la propiedad de Prasa».
De ahí que nuevamente se procediera a la cautela por parte de la cúpula del club. De hecho, Salinas insistió en que «no es cuestión de dar un plazo. Las alternativas a que no se produzca el pago no son fáciles. Éstas requieren un proceso por parte de Romero complejo, buscando activos y liquidez. Llevamos días preparando un proceso societario complicado para Prasa y el Córdoba».
En este sentido, el presidente de la entidad blanquiverde reseñó que «al margen de la voluntad de José Romero, hay restricciones de sus banqueros. En situaciones como ésta, contemplamos que el grupo Prasa siga por un tiempo más».
Por lo tanto, desde la propiedad del club se traza un nuevo plan de viabilidad con el fin de que finalmente se concrete un traspaso del paquete mayoritario de las acciones. Entre las posibilidades que se barajan, persiste la de un grupo árabe, si bien Salinas matizó que «tenemos un cuaderno de venta preparado que hemos entregado a cuatro grupos de esta característica. Pero hasta las últimas fechas, no hemos tenido respuesta alguna. No se van a plantear plazos a nadie, porque cada cual marca su ritmo».
Por eso, quiso aclarar sobre las especulaciones que se han ido escuchando a lo largo de los últimos días que «he participado en muchas operaciones y todavía no estamos en la fase de intercambio de datos. De ésas hemos tenido tres con unos norteamericanos en verano, los italianos y la final de compraventa de Signum».
Además, volvió a recordar que «el club no vende, vende Prasa. Y el presidente representa al propietario. Si se habla de la firma de una escritura pública en el mes de enero que no se ha gestado, ¿qué se tendría que decir de lo de CajaSur, que ya no es de aquí, o de Noriega?». Por eso, no dudó en discrepar con muchas de las opiniones que se han generado en la ciudad: «No creo que haya sensación de ridículo».
