AL DÍA
Increíble, Mr. Foster
Cuando Norman Foster, recién «aterrizado» en Extremadura y todavía probablemente bajo el efecto de Londres, se topó con el claustro de San Benito en Alcántara, exclamó: «Unbelievable». No salía de su asombro; pude ver cómo se quedaba paralizado ante aquella maravilla del gótico alcantarino.
Acabo de ver el magnífico documental realizado sobre su obra y he comprobado que hay otras cosas que también le parecen increíbles al gran arquitecto británico. Se refiere a la construcción de Masdar, una ciudad en pleno desierto de Dubai que acogerá a más de 40.000 habitantes y que será la primera ciudad sostenible del mundo. Foster explica su proyecto con verdadero entusiasmo: ¡Cero emisiones de carbono y cero residuos! Al decir esto, se le enciende la mirada: ¿No es increíble que con la amenaza que está sufriendo el planeta no haya más iniciativas como ésta? Se me quedó grabado ese nuevo «unbelievable» y me dio qué pensar.
Un rasgo distintivo de la naturaleza humana es que somos capaces de lo mejor y lo peor. Nos cuesta mucho avanzar en la dirección del mundo que queremos y necesitamos. El Convento es tan increíble como nuestra capacidad para hacernos daño. Lo grave es que este desconcierto se produce en muchas facetas de nuestra vida. ¿No es eso lo increíble, Míster Foster?
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