Última baza para el culpable del «crimen de la Playstation»

En abril de 2010, la Audiencia Provincial de Pontevedra condenó a Juan Ramón González Agrasar, vecino de Cambados, a 15 años de prisión como autor de un delito de homicidio, y le impuso el pago, —en concepto de responsabilidad civil—, de una indemnización a los familiares de la víctima, Marcos Muñiz; de 200.000 euros para su hijo menor de edad, y 20.000 a cada uno de sus progenitores. El jurado lo encontró culpable de matar a su amigo al no devolverle sus pertenencias, una PlayStation que le había prestado y 400 euros en efectivo. En la sentencia, se consideraron «hechos probados» que el acusado, de 25 años, después de un forcejeo acuchilló al fallecido. Antes, al parecer, había ido a su casa a exigirle la devolución de sus objetos. Después, perpetrado el crimen, agachó los cuchillos y cambió la ropa ensangrentada por otra limpia, todo antes de su arresto.

El jurado, por unanimidad, declaró «no probado» que el acusado acuchillase a Marcos Muñiz cuando éste se encontraba «totalmente indefenso y sin capacidad de reacción», o que lo apuñalase «para defenderse de la agresión de éste». La convicción, por tanto, estaba fundamentada en «el testimonio claro, preciso y concluyente» de la madre de Marcos, la única persona que durante la vista oral confesó haber visto el acuchillamiento. El fallo tuvo en cuenta los informes de los forenses. Ahora, la Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de Galicia fijó para el próximo 25 la vista de apelación. La defensa alegará legítima defensa y que se vulneró la presunción de inocencia.