Teddy Bautista cobra 250.000 euros anuales

Bautista explicó con detenimiento todos los datos de sus emolumentos, "agradecido" de poder "aclarar de una vez este tema recurrente", a preguntas de uno de los internautas. "Cuando entré a trabajar en SGAE en 1983, no recibí mas sueldo que 300 euros semanales en concepto de ayuda por gastos" , explica Bautista.

Añade que "años mas tarde, la Junta Directiva decidió igualar mis prestaciones a las del Director General", como reconocimiento a su dedicación "y a las gestiones que habían ayudado a incrementar la recaudación de Derechos desde 18 millones de euros a 100 millones de euros". Narra el presidente de la SGAE que, en 1996, se cambiaron los estatutos, creándose la figura del Presidente del Consejo de Dirección (Presidente Ejecutivo), que hoy ostenta, cesando en sus "funciones meramente políticas o representativas y recibiendo un sueldo de 120.000 euros al año".

Recuerda que, en esos años y gracias a su gestión, la recaudación llegó a los 200 millones de euros por año , por lo que "empezó a recibir ofertas de trabajo para otras compañías nacionales y extranjeras". Fue decisión de la Junta Directiva de la SGAE contratar a una Consultora Internacional para que "estudiara su situación y estableciera de forma independiente cual debería ser la remuneración y condiciones", explica Bautista.

El resultado, resume, fue un contrato en las siguientes condiciones: un salario anual en la franja media de las condiciones de mercado (250.000 euros al año en 14 pagas y una jubilación por la que recibiría una cantidad igual al 60 por ciento del salario a partir del día de la jubilación). "Esta es la única verdad sobre el tema. A unos les parecerá mucho, pero puedo garantizar -afirma Bautista- que he recibido ofertas superiores y soy el ejecutivo que menos sueldo recibe de las diez Sociedades de Autores mas importantes del mundo , entre las que SGAE ocupa el puesto octavo".

Asimismo, añade que su gestión ha permitido que se incremente el reparto a los socios "en algo mas de un 2.100 por cien", resultante de comparar las cifras de 1983 con las de 2007.

En el transcurso del chat Bautista ha manifestado que "ya va siendo hora" de que las autoridades y los medios reconozcan el esfuerzo de la entidad, que a cambio de "sacar la cara por los demás", sólo ha recibido ataques y acusaciones de alarmismo. "Llevamos años explicando el daño irreparable que un mercado sin normas podía causar a la cultur. Ahora parece que la gente, el Gobierno, los partidos políticos... se percatan de que estamos al borde de un desplome de las industrias culturales. Ya va siendo hora de que se reconozca nuestro esfuerzo", ha dicho Bautista.

Teddy Bautista ha desvelado también que la SGAE "ha reflexionado sobre la necesidad de plantearse también una remuneración a cargo de las compañías telefónicas". El cobro de ese canon serviría para compensar el uso ilegal de obras que "navegan" por internet sin control mientras las telefónicas "hacen caja". Según Bautista, dicho canon sería "una compensación necesaria para los creadores".

En ese sentido, ha añadido que la SGAE no quiere cerrar las páginas de descarga directas , sino que pide un porcentaje de sus ingresos "de un 8% de media". Los internautas se han interesado en este chat con Bautista por la ley Sinde, pero, sobre todo, por el cobro del canon de la SGAE sobre los derechos de autor. "Nos han dejado cuatro años solos y desamparados en esta lucha contra los elementos, de ahí este tremendo desgaste ante la opinión pública, cuando en toda esta cadena, los autores solo participamos en un%; el resto se lo reparten tiendas, distribuidoras, fabricación y producción, y márketing", añade en otro momento de la conversación.

En este caso, añade, "el marrón nos lo estamos comiendo solos y francamente, no veo que desde la Administración un signo de sensibilidad hacia este daño irreparable" . "El mercado de la música hoy es menos de un 25% de lo que era en el año 2001. Es increíble que un sector haya sufrido tanto y que todavía se discuta su protección legalmente", se queja Bautista.

Y puntualiza: "Ha cambiado la tecnología pero no los derechos a la propiedad, a la remuneración del trabajo, a la dignidad y respeto del que con su talento crea algo para el disfrute de los demás. No pedimos subvenciones. Ni ayudas. Pedimos que las leyes valgan igual en todas las partes y, si hay excepciones, que se compense a los que se benefician", ha concluido.