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la garita de herbeira

Farjas sobre el río Kwai

Aunque su ámbito sea parcial, debe ser apoyada la política de austeridad farmacéutica contra el déficit de Farjas

alfonso de la vega

YA sé que el río Kwai no forma parte de la geografía gallega, pero la conselleira de Sanidad doña Pilar Farjas mantiene una dura pugna por sacar adelante su catálogo de fármacos, en un intento casi desesperado de llegar a fin de mes y salvar lo posible del casi naufragado sistema público de salud.

Con ello doña Pilar, que es humanista, médico de profesión y conoce bien los problemas del ramo, se ha echado encima muchas enemistades cuyos intereses medran con la barra libre, el despilfarro o la mala gestión. Como, independientemente del ámbito de la batalla que entendemos debería ser otro, el de toda España, creemos que la conselleira tiene razón, debemos apoyarla en este asunto tan delicado contra las insidias y maquinaciones del gobierno central.

Farjas está intentando acotar cierto abuso en la cuestión de las recetas, con lo que choca con los intereses de las multinacionales. Intereses que despiertan el fervoroso amor y la decidida protección, so pretexto de I+D, de nuestros bizarros socialistas, convertidos en jefes de ventas y conseguidores. La política de Doña Pilar está siendo saboteada por las sucesivas ministras objeto de la cosa sanitaria que apelan algo incoherentemente a la soberanía nacional. Es decir, al despilfarro socialista. Antes por la Trini y ahora por la Pajín, que no deberían ignorar que la política debe dirigirse al logro del bien común. Por ejemplo, el poder mantener un régimen público e igual de Seguridad Social que garantice la asistencia y prestaciones sociales suficientes, según lo indicado en el artículo 41 de la Constitución.

Incluso el orondo y redondo ministro para la cosa de la Justicia, aprovechando que es de Cee, se ha tirado al ruedo para torear de espontáneo. Y en una vuelta de tuerca más, dos altos ejecutivos de la patronal farmacéutica han sido recibidos por Rajoy para buscar su apoyo en contra de la política sanitaria de la Xunta.

El asunto me recuerda la oscarizada película El puente sobre el río Kwai en la que se plantea un problema gerencial básico: las contradicciones entre lo conveniente desde las perspectivas táctica y estratégica. En ese famoso film, el puente, logro del coronel inglés genialmente interpretado por Guinnes, obra táctica para mejorar la moral de la tropa presa por los japoneses, es sacrificado por el Alto Mando a consideraciones estratégicas de carácter logístico. Pero cuando estamos al borde del desastre y aunque su ámbito sea parcial, debe ser apoyada la política de austeridad farmacéutica contra el déficit de Farjas. No hay razones de verdadero peso para sacrificarla; ni para los japoneses, ni menos para que Mariano pueda demostrar quién manda aquí al respetable público que sigue con la boca abierta evoluciones tan peligrosas para la vida de los artistas, pero sobre todo para la de los espectadores.

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