El panorama para la Variante Oeste de Córdoba es que seguirá sin solución de futuro inmediato para su tramo norte (entre la glorieta del Aeropuerto en la N-437 y la carretera de Palma, la A-431), a pesar de que ayer se inauguró —pero sin abrirse aun al público— su parte sur, entre la Cuesta de los Visos, a la altura del enlace entre la A-4 con la A-45, con puente de Abbas Ibn Firnas incluido. Y es que el ministro de Fomento, José Blanco, quien realizó su primera visita institucional con ese cargo a Córdoba, se limitó a señalar que «continuamos con el estudio informativo», pero sin aportar ni un detalle más sobre el proceso real en que se encuentra el proyecto ni tampoco una fecha aproximada sobre licitaciones y mucho menos sobre inicio de obras.
Eso sí, Blanco no tuvo pelos en la lengua a la hora de afirmar que «venimos abriendo caminos, extendiendo nuevos puentes y transformando los ejes de nuestras infraestructuras» o para destacar que Fomento ha invertido en los últimos seis años 1.000 millones de euros en este tipo de actuaciones en la provincia, lo que a nivel andaluz se traduce en 12.000 millones «de inversión ejecutada».
83,3 millones de euros
En este sentido, los aproximadamente seis kilómetros de autovía inaugurados ayer, y que se acabarán poniendo en servicio hoy, han supuesto una inversión final de 83,3 millones de euros, entre obra propiamente dicha (unos 60,8 millones), expropiaciones (buena parte de ellas al Ifapa) o control y vigilancia de las actuaciones.
El ministro gustó en denominar a este tramo en más de una ocasión como el «nuevo acceso al Aeropuerto» —cuando esa infraestructura ahora mismo se queda al margen de estas actuaciones—, que se conectará con la red nacional de carreteras sin necesidad de transcurrir por el núcleo urbano, y que, a su vez, «conectará las áreas industriales con la ciudad y con las autovías A-4 y A-45», amén de servir como entrada y salida directa a Málaga evitando la Autovía de Andalucía.
Y, «cuando se acabe la ronda, se vertebrará por completo el desarrollo de esta hermosa ciudad», remató el ministro, dejando en el aire y sin concretar esa posibilidad de futuro. Y si quizá lo hizo así fue porque, previamente, la consejera de Obras Públicas, Josefina Cruz, quien también se presentaba por vez primera en Córdoba en visita oficial, explicó que esta obra, «fruto de la cooperación entre administraciones», tiene el compromiso de completarse con la parte norte «próximamente, mediante la fórmula de financiación público-privada», y eso pudo resultar bastante para el ministro. Técnicamente, eso supondrá que cuando se complete la Variante Oeste hasta la A-431, la glorieta de la N-437 se transformará en un enlace a distinto nivel para continuar hasta la carretera de Palma.
Blanco, por contra, prefirió centrarse en otros proyectos como ejemplos de esa cooperación institucional para hacer de Córdoba «el cruce de caminos del Sur, como una de las mejores ciudades conectadas de España». Así destacó el «estudio informativo de la conexión de Alta Velocidad Córdoba-Jaén»; la «fase final del estudio informativo» de la A-81, que está a la espera de la declaración de impacto ambiental «que depende de Rosa Aguilar (la ministra de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino)»; el «estudio para la remodelación de la estación de El Higuerón», a fin de que sirva para trenes de mercancías, o la actuación para ampliar la pista del Aeropuerto en más de dos kilómetros para aviones de mayor autonomía, que supone una inversión de 61,3 millones de euros y que «este año entrará en servicio», probablemente poco antes de las elecciones municipales.
Sobre el puente de Ibn Firnas, propiamente dicho (el séptimo según José Blanco), el ministro lo consideró como algo «audaz e imaginativo», que está destinado a ser «una de las señas de identidad de Córdoba».
La presencia de la consejera de Obras Públicas en el acto de inauguración sirvió, además, para reforzar públicamente el compromiso de la Junta con el proyecto de Capitalidad Cultural 2016, «preparando la ciudad para ello con obras como las que se están llevando a cabo en el entorno del Puente Romano», mientras que el alcalde, Andrés Ocaña, tan solo señaló que «hoy (por ayer) se ha cumplido una vieja aspiración de la ciudad».