El Barça tira de pegada en Riazor

El Barcelona no levanta el pie del acelerador. Más pragmático que brillante, los azulgrana golearon al Deportivo y mantienen el liderato. Además, concluyen la primera vuelta con un pleno de victorias a domicilio. A falta del dinamismo y la movilidad con la que acostumbra a aplastar a sus rivales, en Riazor el Barça recurrió a las individualidades y la inmensa pegada de jugadores como Villa, Messi o Pedro. El conjunto gallego fue inoperante en ataque y contundente en defensa mientras le aguantó el físico, pero estuvo siempre a merced de los culés.

Guardiola llegó a Riazor preocupado por si el debate del próximo ‘Balón de Oro’ desconcentraba a sus hombres y por el bache de juego mostrado por sus pupilos en los dos partidos de 2011: sufrida victoria ante el Levante y empate copero frente al Athletic. Por eso sorprendió que dejara fuera del once a Xavi, Busquets y Alves. Unas rotaciones motivadas por el esfuerzo del partido copero ante el Athletic. Quizás, esas ausencias fueran la causa de que la máquina del Barça no funcionase a pleno rendimiento durante el choque. La buena disposición defensiva del Deportivo durante los primeros minutos hizo el resto. Y es que los azulgrana no se sintieron cómodo. A pesar de ser el dueño del balón, el líder era incapaz de superar la muralla local.

El Barça estaba atascado. Keita y Mascherano no tienen el fútbol de Xavi y todo el peso creativo recaía en Iniesta. El de Fuentealbilla tenía que retrasar su posición para intentar dar fluidez al juego, pero perdía la capacidad de sorpresa. Messi estaba arrinconado en la banda, sus galopadas eran más esporádicas y menos incisivas de lo que acostumbra. Villa apenas entraba en contacto con el esférico y sólo Pedro mantenía el dinamismo característico de los azulgrana. Sin embargo, el Deportivo no supo aprovechar estas inusitadas dudas del Barça. Los pupilos de Lotina estaban más preocupados de tapar espacios que de aprovechar las pequeñas lagunas azulgrana. Adrián peleó y en varias ocasiones ganó la partida a Puyol, sobre todo, en velocidad, pero no estuvo acertado en el remate.

Poco a poco, el Barça encerró a los blanquiazules y cercó la portería de Aranzubia. A falta del juego estético y perfeccionista, los culé echaron mano a las genialidades individuales. Un pase excepcional de Messi a un desmarque preciso de Villa, permitió al asturiano abrir la lata y adelantar a su equipo. Con el resultado a favor la tranquilidad llegó a los jugadores del Barça. Abidal, que consiguió el tanto de la clasificación copera en San Mamés, se animó y logró su segundo gol como azulgrana tras una gran galopada, pero el árbitro lo anuló por un fuera de juego de centímetros. El Deportivo fue incapaz de reaccionar. Se mantuvo replegado a la espera de una contra. El Barça, sin brillar, cada vez era más dueño del partido. Messi entraba más en contacto con la bola y Villa dispuso de alguna ocasión. Era cuestión de tiempo

Tras la reanudación los papeles se mantuvieron inmutables. Los azulgrana estaban muy asentados. Mascherano y Keita eran los dueños absolutos del centro del campo y los encargados de frenar las contras del Deportivo. Parecía casi imposible que se le escaparan los tres puntos al Barça. Más aún cuando Messi logró el segundo tanto con un lanzamiento de falta directa que Aranzubia siguió con la mirada.

Lotina movió ficha y recurrió a Valerón. Pero la magia del genio de Arguineguín necesita del balón y estar próximo al área rival, dos circunstancias que no se produjeron durante todo el choque. Por el contrario, el Barça necesita muy poco para crear peligro. En dos minutos que el Deportivo se desajustó, Iniesta y Pedro completaron la goleada. Con la victoria en el bolsillo, Guardiola dio minutos a Bojan y a su fichaje de invierno, el delantero Affelay.