Giménez Bartlett gana el Nadal con una novela sobre el maquis

El jurado, formado por Germán Gullón, Lorenzo Silva, Andrés Trapiello, Angela Vallvey y Emili Rosales, distinguió la obra de Giménez Bartlett en una edición del premio Nadal dedicada a la memoria de Miguel Delibes, fallecido el pasado 12 de marzo, y en la que coincidieron el presidente de la Generalitat, Artur Mas; sus antecesores José Montilla y Jordi Pujol; el alcalde de Barcelona, Jordi Hereu; y el nuevo conseller de Cultura, Ferran Mascarell.

Madre superiora del crimen impreso y autora de más de una quincena de novelas, la mitad de ellas protagonizadas por Petra Delicado y su inseparable Fermín Garzón, Giménez Bartlett aparca en esta ocasión la temática netamente policiaca para trasladarse a la España de los años 50 y seguir las huellas de Teresa Plà Msseguer «La pastora», uno de los personajes más célebres y llamativos del maquis español. Y es que Teresa Plà fue mujer hasta que, tras ser desnudada una fría mañana por la Guardia Civil, cambió sus ropas, adoptó el nombre de Florencio y fue un maquis durante veinte meses.

Así, en «Donde nadie te encuentre», Giménez Bartlett relata la historia de «La pastora» a partir de las investigaciones de un psiquiatra francés y un periodista barcelonés que, a mediados de los 50, viajan al Maestrazgo atraídos por la leyenda negra de Plà Messeguer.

El psiquitara, recién llegado de la Sorbona de París atraido por un artículo en el que se explica la historia de «La pastora», emprenderá junto al periodista una búsqueda que le sirve a la autora de «Nido vacío» para adentrarse en la España de la posguerra tardía y tirar de la madeja de la memoria histórica.

No es esta la primera ocasión en la que la autora afincada en Barcelona aparca temporalmente el género negro para adentrarse en otros terrenos literarios —con «Días de amor y engaño» se deslizó sobre la intriga amorosa— ni que convierte la historia más o menos reciente de España en escenario de sus novelas —en «El silencio de los claustros», su última novela, recupera hechos de la Semana Trágica de Barcelona—, aunque sí es la primera vez en la que se le puede ver subiendo a un podio dispuesta a recoger uno de los galardones literarios con más peso y tradición de las letras españolas.

Y es que, más allá de su condición de dama negra de la literatura contemporánea y de confirmar una y otra vez ese tópico que reza que ellas matan mejor, Giménez Bartlett se había mantenido hasta ahora alejada de los grandes premios literarios. Quizá porque para la autora de «Ritos de muerte» ya es suficiente premio ver cómo su obra se traduce al francés, alemán e italiano —la version italiana de «El silencio de los claustros» estuvo durante cuatro semanas en lo más alto de las listas de ventas—, hacerse con el premio Raymond Chandler o comprobar con orgullo como incluso «The New York Times» se rinde a sus bondades.

El periodista catalán Cristian Segura (Barcelona, 1978), por su parte, recogió el testigo de Llucia Ramis y se llevó el Josep Pla de prosa en catalán con la novela «El cau del Conill», una obra que se adentra en la decadencia de las grandes familias de la burguesía barcelonesa a través de la mirada del cabeza de familia de los Conill.