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El dinero del fútbol, anclado

Los clubes deben 3.714 millones: solo Real Madrid y Barcelona son rentables

MIKEL PONCE

tomás gonzález-martín

El fútbol español deberá cambiar el chip. Ya ha comenzado. L os presupuestos de los clubes han vuelto a las cifras de hace una década para poder sobrevivir. La crisis cortó gran parte de los créditos de cajas de ahorros, comunidades autónomas y ayuntamientos y los clubes no obtienen dinero para arriesgar en fichajes al ritmo de los últimos quince años. Hoy, muchos lucen la publicidad de su región o de su ciudad a cambio de jugar en el estadio municipal y no presentar suspensiones de pagos irresolubles. Únicamente Real Madrid y Barcelona, a pesar de sus deudas, tienen ingresos suficientes para mantener su nivel. El resto subsiste. Los 26 equipos que militaron en Primera en el último trienio adeudan 3.714 millones. Cada año, la diferencia entre ingresos y gastos total supone un plus de números rojos de 300 millones. La temporada 08-09 añadió 323 a la lista de débitos. Las políticas de cantera del Español y Sporting son la única solución.

El ejemplo del Valencia, con un nuevo estadio sin acabar, es el ejemplo de grandes equipos que quisieron codearse con los dos transatlánticos y al final se vieron derrotados por los números rojos.

El Valencia se puso las pilas

Los blanquinegros, como el Sevilla y el Deportivo en diferentes épocas, lucharon e incluso ganaron a los dos líderes de nuestro balompié, pero esa felicidad duró unos años. El Valencia, que debe 500 millones de euros, traspasó a Villa y a Silva para subsistir. Sus contrataciones de relevo, menos espectaculares, le sostienen hoy en la Liga de Campeones y en los primeros puestos de la Liga. Una demostración de que en fútbol no se gana solo con dinero, sino con la creación puramente futbolística de un once. A eso juegan ahora el resto. Sin un euro, los entrenadores buscan un buen conjunto de jugadores, no de nombres. Messi, Cristiano —96 millones— y Kaká —65—solo pueden ser pagados por dos entidades.

El problema es como el vino, añejo. Durante dos décadas, desde el plan de saneamiento de 1992, los equipos españoles realizaron la huida hacia adelante. Aquel plan solventó bastantes de sus problemas económicos. Aportó casi cien millones de euros al cambio. Pero saneadas las cuentas, volvieron a la carga. Ficharon y ficharon jugadores al instante con el aval de los contratos televisivos que cobrarían a lo largo de cuatro o cinco años. Hubo clubes que se gastaron los ingresos en dos años y sobrevivieron los otros tres con adquisiciones de menor nivel y trueques de medio pelo. Casi ninguno puede decir que no se gastó por anticipado lo que le correspondía cobrar de la caja tonta.

La izquierda pide acción

Las entidades volvieron a las andadas. La transformación en sociedades anónimas de todos los clubes, con la excepción de Real Madrid, Barcelona, Athletic de Bilbao y Osasuna, premiados por su viabilidad económicas supuso un freno en el derroche general que duró poco tiempo. Los nuevo dueños de los equipos tiraron de nuevo la casa por la ventana. Objetivo: mantenerse en el sillón presidencial y no ser vencidos por otros grupos de accionistas. Esas guerras intestinas —el Valencia las sufrió— significaron derroches de jugadores en la búsqueda de títulos que contentaran al abonado, que no socio.

El resultado de estos excesos generales de gastos produjo una deuda —3.714 millones de euros— que crece paulatinamente . De esa cantidad, 632 millones son pagos pendientes con la Administración: Hacienda y Seguridad Social. Políticos de la izquierda exigen que el Estado exija esos pagos y no mire para otro lado, como hacían hasta ahora las Comunidades Autónomas con sus clubes de referencia. Y es que la deuda aumentó año a año en los últimos tiempos. Creció porque los equipos sufrieron más gastos que ingresos en el último cuatrienio. En la temporada 06-07 hubo un saldo total negativo de 155 millones. En la campaña 07-08 hubo un desfase en rojo de 304 millones. Y en la Liga 08-09 se perdieron 323, resultado de unos ingresos de 1.362 millones y de unos gastos de 1.704 millones, a los que se sumaban unos gastos financieros de 74 millones más.

Presupuestos drásticos

Los clubes ya han reaccionado. Empezando por el segundo nivel de los grandes El Valencia, que debe esos 500 millones, redujo presupuesto hasta los 131 millones. El Atlético, que adeuda 300 millones, presupuestó 110. El Deportivo, campeón de Liga 99-00 y de Copa en 1995 y 2002, presentó un balance de 65 millones. Y el magnífico Villarreal solo contabilizó 67 millones.

Cristiano y Messi, otro orbe

A excepción del Real Madrid y el Barcelona, que planificaron un presupuesto de 442 y de 428 millones respectivamente, el resto tiene claro que solamente deben centrarse en sacar futbolistas de las canteras. No pueden copiar al Real Madrid, que nada más fichar a Beckham tuvo dos millones de peticiones de camisetas. No pueden conseguir que Cristiano, que percibe unos emolumentos de 12 millones, termine siendo rentable, como calcula la casa blanca. El delantero produce otros 13 millones en contratos publicitarios. Messi, que también cobra 12 millones, produce otros seis en publicidad. Es otro mundo.

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