Del belén de Sant Jaume al almacén municipal
El Consistorio se gasta 80.000 euros en el pesebre de plaza Sant Jaume tras «jubilar» unas figuras que sólo ha usado tres años
ÀLEX GUBERN
La polémica en torno al pesebre de plaza Sant Jaume es casi tan tradicional como la propia costumbre de disponer el belén en los hogares. Durante años, y muy a tono con cierta voluntad de dar una patina moderna, y hasta laica, a la tradición, ... el departamento de Parques y Jardines municipal, a cargo del montaje y dirigido por ICV,dispuso unos belenes ya míticos. Los encargos que se hacían a la escuela Massana depararon entrañables sorpresas, como aquel sensacional nacimiento en el que sobresalía un butanero paquistaní u otro en el que, rodeadas de un inquietante andamiaje de metraquilato, las figuras eran tan minúsculas que apenas se veían. Otras polémicas tuvieron un cariz más anecdótico, como la eliminación del caganer —figura incívica en tiempos de aprobación de la ordenanza— o el secuestro de la figura del niño Jesús a cargo de grupos alternativos.
Después de unos años delirantes, y tras las reiteradas críticas de los partidos de la oposición, en 2007 el Consistorio optó por regresar a la tradición, por lo que compró unas figuras de tamaño natural que costaron 10.287 euros (nacimientos y pastor con siete corderos). En 2008 y 2009 se volvieron a utilizar las mismas figuras, aunque añadiendo más elementos. El coste, 66.567 euros el primer año y 41.734 el segundo.
Este año, sin embargo, el encargo para la construcción del pesebre ha pasado de Parques y Jardines al Instituto de Cultura (Icub), que no ha considerado oportuno reutilizar las figuras compradas en 2007 y usadas hasta el pasado año, optando por armar un nuevo pesebre de regusto a Ikea. El coste, 80.000 euros, un gasto que el Partido Popular, tradicional fustigador de las ocurrencias municipales en el belén de plaza Sant Jaume, considera innecesario en tiempos de crisis. Según el concejal Javier Mulleras, «lo propio hubiese sido seguir con las figuras que se compraron en 2007».
Desde el Ayuntamiento de Barcelona se reconoce que las figuras compradas en 2007 descansan ahora en un almacén municipal a la espera de que algún año se decida su reutilización, como es el caso de un afortunado camello, reciclado de años anteriores, y que ahora ha renacido en el «atrezzo» del paje real que en el Palau de la Virreina recoge las cartas para los Reyes Magos.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete