Optimista, pero también realista
El presidente de CajaCanarias, Álvaro Arvelo, no ocultó ayer, durante la celebración de la asamblea general de la entidad, su preocupación sobre la realidad de España, si bien dejó también margen al optimismo: «Aunque la solvencia del país está amenazada y son evidentes los obstáculos que afrontan las entidades financieras para acceder a los mercados, existen datos positivos, como la reducción del déficit público del 11 al 6 por ciento o la propia marcha de la reestructuración del sector financiero». A este respecto, el titular de la institución de ahorro manifestó que la naturaleza de las cajas «seguirá vigente, al igual que su soberanía», y que el proceso actual debe interpretarse como «un ajuste y centralización de servicios en busca de mayor eficiencia».
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