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Puigcercós anuncia su adiós y pide una candidatura unitaria para dirigir ERC

Duran Lleida, en la senda contraria, anuncia que optará a la dirección de Unió en el congreso de 2012

IVA ANGUERA DE SOJo

Joan Puigcercós y Josep Antoni Duran Lleida, o lo que es lo mismo, Esquerra Republicana y Unió Democrática, escenficiaron ayer a la perfección la cara y la cruz de las pasadas elecciones autonómicas catalanas en sendos consejos nacionales. Veinte días después de perder la mitad de su grupo parlamentario y prácticamente todo el poder político acumulado en los últimos siete años en el ámbito autonómico, Puigcercós anunció ayer ante el Consell Nacional de ERC que abandona la dirección del partido, pero pidió el apoyo del máximo órgano entre congresos para pilotar el relevo —tal como su aliado José Montilla pretende hacer en el PSC— en el partido que tendrá lugar en el congreso fijado para el próximo otoño, superadas las elecciones locales de mayo de 2011. Duran Lleida, por contra, aprovechó un Consell Nacional de celebración tras la victoria de CiU el 28-N para confirmar lo ya anunciado junto a Artur Mas, que será candidato a las elecciones generales en 2012, y anunciar que ese mismo año optará de nuevo a la presidencia del partido que lidera desde 1982.

El 80% de los 182 consejeros nacionales convocados ayer en la sede de ERC dio su apoyo a Puigcercós en la moción de confianza planteada por el propio presidente republicano para acallar a las voces que, dentro y fuera del partido, reclaman su dimisión tras el revés sufrido en las urnas. Un apoyo que permite a Puigcercós intentar «un relevo tranquilo», para el que ayer pidió «un cambio de cultura política en Esquerra». Una formación acostumbrada a decapitar a sus direcciones como fruto de las periódicas luchas intestinas, en la Puigcercós podría convertirse —si llega al próximo otoño— en el primer presidente en dejar el cargo por decisión propia, aunque sea empujado por los resultados.

Puigcercós pidió «a todas las familias y sensibilidades» republicanas «un esfuerzo para para presentar una candidatura unitaria» en el próximo congreso y se comprometió a trabajar en los próximos meses con ese objetivo. La diversidad, añadió, se puede respetar «con un discurso rico pero con una sola dirección».

Decisión responsable

El líder republicano, que ocupa la presidencia del partido desde hace apenas dos años, presentó su dimisión como una cuestión de «responsabilidad» y reconoció que era un paso necesario «por el bien colectivo de Esquerra».

«Hoy cerramos una etapa», concluyó tras advertir de que el periodo de luto y lamerse las heridas debe concluir con el análisis realizado ayer por el Consell Nacional para centrar ahora todos los esfuerzos en las próximas elecciones muncipales. «Así nos lo reclaman nuestros alcaldes y alcaldesas» aseguró Puigcercós, quien tras ganar la votación advirtió de que se «confirmado y apoyado» para liderar el partido en ese envite. «No quiero un cheque en blanco», aclaró, «pero sí sentirme refrendado para la preparación del congreso». Una afirmación hecha con la vista puesta en dirigentes como el vicepresidente en funciones, Josep Lluís Carod-Rovira, el ex presidente del Parlament, Ernest Benach, o el presidente honorario de ERC, Jordi Carbonell, que han reclamado insistentemente su dimisión en los últimos días.

Duran se queda

Josep Antoni Duran Lleida, por su parte, argumentó su decisión de mantenerse como cabeza de cartel de CiU en las generales y como líder de Unió porque cree que tiene la obligación de poner a disposición de su partido el capital que supone ser el político mejor valorado. «Un dirigente que tiene la suerte, y lo agradezco, de ser de largo el político mejor valorado por parte de la sociedad de Cataluña y de serlo también en la política española, debe saber ejercer sus responsabilidades, y este capital lo debo a UDC y a CiU, por lo que tengo la obligación de seguir poniéndolo a disposición del partido», afirmó.

El líder de Unió fue candidato de CiU en las elecciones generales de 2004 y 2008 y optará a una tercera legislatura en el Congreso, tras descartarse definitivamente la opción de que regresara activamente a Cataluña ocupando el cargo de «conseller en cap» del ejecutivo de Artur Mas, tras la victoria de los nacionalistas en las elecciones catalanas del pasado noviembre. En clave interna, Duran también optará a mantenerse como líder de Unió, formación de la que fue elegido presidente del Comité de Gobierno en 1982. En 1984 dejó de formar parte del máximo órgano del partido, si bien en 1987 fue reelegido de nuevo como líder de la formación, cargo en el que ha sido reelegido desde entonces en los sucesivos congresos del partido.

Duran admitió ayer que ha valorado la opción de dejar de liderar Unió y dar paso a otros dirigentes, aunque finalmente ha decidido mantenerse al frente de la formación. Por otra parte, Duran insistió en pedir la abstención de «los partidos con cultura de gobierno» en la segunda votación de la investidura de Artur Mas.

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