Se entrega a la policía el asesino de cuatro personas en Olot: «Ya estoy satisfecho»

Un hombre ha matado este miércoles a cuatro personas a tiros en un bar y en una sucursal de la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM) de Olot (Gerona), según han informado los Mossos d'Esquadra. El presunto autor, Pere Puig Puntí,un hombre de 57 años vecino de Sant Esteve d'en Bas (Gerona), se ha desplazado sobre las 8. 30 horas al bar La Cuina de l'Anna, del núcleo de población La Canya, cercana a Olot, donde ha disparado con una escopeta de caza a un padre y a su hijo, Joan y Àngel Tubert, de 61 y 35 años, respectivamente. Según ha explicado en TV3 Guzmán Sánchez, marido de la propietaria del bar, el asesino habría trabajado para dos víctimas, propietarios de Construccions Tubert, una de las empresas constructoras más conocidas de La Garrotxa. "No ha dicho nada: Ha entrado con un rifle, ha disparado y se ha ido corriendo", ha explicado Sánchez en la cadena autonómica catalana.

Actos seguido, el presunto asesino ha cogido un coche y se ha desplazado durante unos diez minutos los 4 kilómetros que separan La Canya y Olot, donde en una sucursal bancaria de la CAM, ha matado a dos empleados del banco, Rafael Turró Cabrafiga y Anna Pujol Vergés, ambos casados y con hijos. El alcalde de Olot, Lluís Sacrest, ha sido el encargado de confirmar esta noticia, desmintiendo así las primeras informaciones que aseguraban que una de las víctimas era del director de la sucursal. Se da la triste coincidencia de que a pocos metros de la oficina se encuentra el geriátrico de la Caritat, donde el celador Joan Vila Dilmé acabó con la vida de como mínimo once ancianos.

Tras ejecutar su macabro plan, Pere Puig se ha entregado a una patrulla de la policía local que se había detenido en las inmediaciones de la sucursal porque había un vehículo, el coche de Puig, estacionado en medio de la carretera. En ese momento, el homicida ha reconocido sentirse "satisfecho" ante los agentes. "Yo ya estoy satisfecho", ha asegurado mientras los agentes se disponían a trasladarle a los calabozos.

A falta de la policía esclarezca las causas de este cuádruple homicido, todo apunta a que Puig se cobró venganza ante la perspectiva de ser despedido por Joan y Àngel Tubert y tras no poder cobrar en la entidad bancaria un talón correspondiente al dinero que le debía la constructora. El alcalde de Olot también ha apuntado algún problema de tipo económico, y algunas fuentes han llegado a señalar que el presunto homicida podría tener el piso embargado.

Un testigo presencial ha respaldado este último punto señalando que el hombre habría actuado por un móvil económico, ya que no cobraba. El testigo ha explicado a Europa Press que conocía a Puig de pequeño y lo ha descrito como una persona "rara", aunque no violenta. Como curiosidad, ha explicado que de noche, cuando salía del trabajo, el hombre salía a pasear disfrazado de "sheriff'", con una pistola y estrella de mentira. El Ayuntamiento de Olot se ha volcado en el apoyo a las familias de las cuatro personas muertas. El alcalde Sacrest se ha desplazado hasta el lugar de los hechos para consolar a los familiares de las víctimas. Visiblemente afectado, Sacrest ha asegurado que el Consistorio apoyará a las familias de los fallecidos e "intentará ayudarles" en todo lo que pueda. El Ayuntamiento ha anunciado un pleno municipal extraordinario para el mediodía de hoy en el que se declararán tres días de duelo oficial. "Es una situación absolutamente dramática para los vecinos de Olot y traumatizante para las familias, a las que estamos dando nuestro máximo apoyo", ha señalado Sacrets.