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Mínima esperanza para los 130 sepultados bajo el lodo en Colombia

Más de un millón de personas damnificadas por las intensas lluvias que alimenta «La Niña»

ALEJANDRA DE VENGOECHEA

El domingo, en una empobrecida montaña de Bello, municipio cercano a Medellín —400 kilómetros al noroeste de Bogotá— 130 personas quedaron sepultadas bajo el lodo. Ayer no se había encontrado aún ninguna con vida.

«Es la peor tragedia en la historia del país debido a las lluvias», dijo el presidente Juan Manuel Santos tras sobrevolar el norte del país para constatar lo que dicen las cifras. Según las estadísticas oficiales, hasta antes de la tragedia de Bello habían muerto en Colombia 176 personas. Son, además, 1,5 millones de colombianos los damnificados, 28 de las 32 provincias colombianas están colapsadas y muchos ríos se encuentran desbordados.

¿Qué está pasando? Este año las lluvias se intensificaron debido al fenómeno de «La Niña», como se conoce esa disminución anómala de la temperatura de ciertos sectores del océano Pacifico. En América Central, por ejemplo, ya se han reportado unos 400 muertos a causa de las lluvias y los huracanes, con 263 solo en Guatemala. En México han sido más de 130 los muertos.

«Esto va a costar muchísimo dinero. Por eso hemos declarado el estado de excepción. Vamos a ver cómo podemos buscar más fuentes de financiación», dijo Santos. Hasta la semana pasada, el gobierno estimaba que necesitaría más de 300 millones de dólares para superar la tragedia. Pero ahora los cálculos son otros.

Tragedia bajo el barro

Ayer la televisión mostrada a los familiares de las víctimas de Bello. Luis Fernando Calderón, un obrero de 34 años, aparecía sin lágrimas, con los ojos fijos hacia la montaña de lodo y piedras que tapó su casa. «¿Por qué no quedé sepultado junto a mi esposa, a mi hija (de 11 años)?», decía una y otra vez.

Calderón jugaba fútbol cuando escuchó el estruendo de la avalancha, y aún con la tierra movediza, comenzó a escalar por el lodazal hasta su casa de madera. No encontró rastro de ella.

Según Frayden Rueda, coordinador del Comité Local de Atención de Emergencias de Bello, el deslizamiento de 25.000 metros cúbicos de tierra se originó por la saturación de agua en una escombrera de la parte alta de la ladera, contigua a la autopista Medellín-Bogotá, vía central.

El presidente de la Junta de Acción Comunal de la zona, Elkin de Jesús Carmona, dijo que la avalancha estaba anunciada. Hace dos años se presentaron movimientos de tierra en la parte alta de la ladera. «No nos pusieron sobreaviso», agregó.

Seis meses de emergencia

Colombia es uno de los países con mayor número de desplazados en el mundo lo que obliga a cientos de ellos a instalarse de manera ilegal en las faldas de las montañas. Historias como la de Bello pueden volver a presentarse si no se toman medidas.

De acuerdo con el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales de Colombia, las lluvias ocasionadas por «La Niña» se extenderán hasta marzo, justo cuando se inicia la temporada habitual de precipitaciones, por lo que los próximos seis meses continuará la emergencia.

Los expertos temen un fuerte impacto de las lluvias sobre la producción agrícola del país, incluyendo la cosecha de café, así como sobre la deficiente infraestructura de carreteras de este país sudamericano exportador de petróleo y carbón.

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