ENTREVISTA
«El régimen de Chávez es un refugio de forajidos»
Diego Arria, ex embajador de Venezuela en la ONU y testigo en el caso Cubillas, comparece hoy ante el juez de la Audiencia Nacional Eloy Velasco, que investiga el nexo de Hugo Chávez en la colaboración de la banda terrorista ETA con las FARC
DOLORES MARTÍNEZ
— El juez Eloy Velasco acusa al Gobierno venezolano de actuar de nexo en la colaboración de ETA con las FARC ¿Qué conoce de ese triángulo entre Chávez y las dos organizaciones terroristas?
—Por respeto a mi declaración de mañana (por hoy) no ... puedo entrar en detalles. Una de las cosas que más nos apena a los venezolanos que luchamos por la democracia es constatar cómo Chávez nos ha colocado en el punto de mira de distintas instancias internacionales por hechos vinculados a organizaciones como las FARC y ETA.
— ¿Usted no duda de que Chávez protege a los etarras?
—El régimen ha convertido al país en un refugio internacional de forajidos. En 1989, cuando Felipe González y Carlos Andrés Pérez acordaron que Venezuela recibiera a 34 etarras —14 fueron a Cuba— ese fue realmente un acto de cooperación. Nunca el Gobierno de Pérez ni el de Caldera dieron cargos públicos a etarras y menos aún a uno con causas pendientes por asesinato, como Cubillas. Éste ha sido director del Ministerio de Agricultura y ahora director de seguridad del Instituto Nacional de Tierras (INTI), que es el instrumento de saqueo, pillaje y persecución del régimen chavista a los finqueros-agricultores venezolanos. Y curiosamente la mayoría de las víctimas del INTI son españolas. Así que ETA fuera de España victimiza a cerca de 300 familias españolas y el encargado de ejecutarlo es Cubillas. Es un escándalo. Desde mi organización «Rescatando Venezuela» nos encargamos de defender a las víctimas de este atropello. Nosotros tratamos a estos españoles como venezolanos y, curiosamente, el Gobierno español en lugar de tratarlos como españoles, los considera venezolanos. No les presta la atención que merecen.
— Pese a que tiene que ser respetuoso con su declaración, perdone que insista, ¿cuáles son los vínculos de ETA con Chávez?
—El hecho de que la esposa del director de seguridad del INTI fuera directora del gabinete del presidente de la República era darle un acceso directísimo a un hombre que tiene sobre su cabeza dos asesinatos. Mantenerlo en un cargo de esa importancia vincula directamente a la presidencia del país. Incluso no me sorprendería que lo asciendan o lo promuevan por el simple hecho de estar denunciado.
— ¿Chávez podría ser acusado de colaboración con organización terroristas?
—Claro. La Unión Europea y el departamento de Estado norteamericano consideran delito el simple hecho de colaborar pasivamente con causas terroristas. Curiosamente, Cubillas trabajo en el departamento que ejecuta la política más violenta del Estado venezolano y lo hace adscrito a la presidencia de la República, ¿cómo desvincularlos entonces? La justicia española tendría perfecto derecho a hacerlo. Hay que preguntarse por la responsabilidad que tiene un Estado en casos como el de Cubillas. Hay claramente un consentimiento, un asentimiento o una aprobación.
— ¿Venezuela entregará a Cubillas?
—Puede extraditarlo en virtud del convenio suscrito para casos de terrorismo y narcotráfico. Además, hace una semana Venezuela extraditó a Colombia a una supuesta guerrillera con célula venezolana, un caso semejante al de Cubillas. ¿Por qué ese doble rasero? Soy pesimista.
— ¿Qué le parece la postura del Gobierno de Zapatero?
—Ha sido altamente acomodaticia. Han primado los intereses económicos sobre los derechos humanos y también algunos miembros del PSOE simpatizan con Chávez. Este partido y sus jóvenes líderes han olvidado el papel que los gobiernos de mi país, especialmente el de Carlos Andrés Pérez, tuvieron en el fortalecimiento de la democracia española. Como Chávez controla todo en Venezuela, él pensó que Zapatero iba a hacer lo mismo y que el Gobierno español iba a mandar callar al juez Velasco. Él comenzó atacando muy duramente al magistrado y me han dicho que fue Fidel Castro quien le dijo que la justicia española es muy fuerte y muy independiente. Y le aconsejó que no le convenía enfrentarse. Entonces, Chávez cambió. Ahora se ve que la nacionalización de etarras fue una operación para blindarlos y luego los sumaron a su gobierno. La extradición de Cubillas también dependerá mucho de España, cuyo Gobierno se ha mostrado muy renuente a utilizar la presión internacional. Venezuela es una buena guarida para ETA.
— ¿Cómo ve la actuación de los servicios secretos en este asunto?
—Cuando Cuba aceptó que se abriera una oficina del CNI en la isla, inmediatamente los etarras que estaban en Cuba se fueron a Venezuela.
—¿ El servicio secreto español controla a los etarras de Venezuela?
—No, aunque sí está enterado. El Gobierno de España no puede decir que no está enterado del movimiento de esa gente en Venezuela. El servicio de Inteligencia español es muy bueno, pero decidió no hacer nada para no crearse problemas con Chávez. No fue una decisión de los agentes, sino de los mandos. Al final, estas son actuaciones políticas. Además, el servicio venezolano, la Disip, tenía una unidad dedicada expresamente a los etarras, pero Chávez la desmanteló y todos los funcionarios que ejercían esa labor de control fueron expulsados.
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