Imputan por cinco homicidios al jefe del operativo de Horta

A sólo tres días para las elecciones autonómicas, los rescoldos del fuego de Horta de Sant Joan (Tarragona), en el que perdieron la vida cinco bomberos, abrasan de nuevo al consejero de Interior, Joan Saura, ya totalmente calcinado tras una legislatura calamitosa. La juez que instruye el caso ha citado a declarar en calidad de imputado a Luis Carlos Font Gili —conocido en la jerga del operativo como «Delta 0»—, la persona al mando de los bomberos el día del incendio.

Hasta ahora los interrogatorios que se habían realizado a decenas de bomberos y personas del operativo se habían hecho en calidad de testigos y sólo estaban imputados los dos hombres que presuntamente provocaron el fuego, lo que da un giro de 90 grados a la investigación. A «Delta 0» se le imputa la presunta comisión por omisión de cinco delitos de homicidio por imprudencia grave tras la muerte de los bomberos Ramon Espinet, David Duaigües, Jordi Moré, Jaume Arpa y Pau Costa. También se le acusa de un presunto delito de lesiones por imprudencia grave en comisión por omisión, por las heridas que sufrió el único bombero superviviente, Josep María Pallàs, así como un delito de daños por imprudencia grave.

Algunos testigos han asegurado que «Delta 0» no estuvo en su puesto en los momentos más críticos de los acontecimientos y que fue difícil localizarle en el momento en que se produjeron las muertes. También le recriminan el no haber previsto el período de descanso de los helicópteros, haciéndolos volar todos a la vez.

El imputado deberá declarar ante la juez el 17 de diciembre en los juzgados de Gandesa. Este es un último jarro de agua fría para el conseller Saura, que justo esta semana cierra su etapa en Interior con un nuevo giro en el caso que tanta controversia ha creado y donde se ha pedido su dimisión en sendas ocasiones por la nefasta gestión y la poca transparencia durante el trágico incendio. Pese a la tormenta política que se ha desencadenado después y que ha puesto en evidencia la descoordinación del gobierno de la Generalitat, no se ha producido ni una sola dimisión ni nadie ha admitido responsabilidad alguna.

Se achacó el peso de la tragedia a la imprevisibilidad de las llamas. Algo que siempre desmintio el alcalde de Horta, Àngel Ferràs, que aseguró que se había producido cierta relajación por parte de los mandos del operativo y que captó también cierta descoordinación.

Desde el sindicato UGT pidieron que se respete la presunción de inocencia y lamentaron que todo el peso de la ley recaiga sobre un trabajador. El gobierno catalán ha insistido durante meses en que el repentino cambio del viento provocó que las llamas acorralasen a los bomberos. Del incendio se juró y perjuró desde el Govern que había sido causado por un rayo, pero meses después se demostró que había sido provocado por dos personas que incluso se hicieron fotografías en el lugar de los hechos.

Desde el gobierno catalán se manifestó ayer «respeto» por la instrucción judicial, mientras que CiU reclamó la dimisión del consejero de Interior y de su mano derecha en el departamento, Joan Boada.