Frenazo a las grandes inversiones

Inversiones bajo mínimos y unos ingresos jibarizados; con estos mimbres, y la imposibilidad de refinanciar la parte de la deuda que tocaba amortizar este año, el alcalde Alberto Ruiz-Gallardón ha tenido que enfrentarse a sus presupuestos más duros, que el jueves hará públicos. Un escenario en el que baja hasta los 4.400 millones de euros, a niveles de hace seis años.

La inversión continúa en caída libre: atrás quedan los casi 600 millones de los presupuestos de 2009, primeros con la crisis; el «tajo» de entonces, que parecía impresionante, se queda cortísimo ante lo actual. De hecho, frente a los casi 500 millones de euros de inversión del actual ejercicio, se pasará en 2011 a apenas 300 millones. Eso, en año electoral.

Tampoco es muy halagüeño el escenario de ingresos: los procedentes de impuestos indirectos se quedan casi igual, pero los de los indirectos caen casi un 17 por ciento, y los de tasas bajan un 14.

Todos estos datos se recogen en el documento que Ruiz-Gallardón envió al presidente Rodríguez Zapatero para argumentar su petición de refinanciar los 257 millones de euros de deuda que debe amortizar este año. Rechazada la petición, el alcalde se encuentra con una tesorería con fuertes tensiones —debe 900 millones de euros a proveedores— y sin posibilidades, a corto ni medio plazo, de mejorarla.

Ante este panorama, las grandes inversiones desaparecerán de la agenda municipal para 2011. De hecho, al estar al final de la legislatura, la mayoría de las grandes obras están a punto de terminarse. Entre ellas, la más emblemática del mandato, Madrid Río, que en la próxima primavera llegará a su fin, gracias, entre otras cosas, a las inversiones que el Plan E del Gobierno Central ha realizado en la capital.

Otras inversiones seguirán en el alero: es el caso del estadio Vallehermoso, que lleva tiempo parado por los problemas para encontrar una empresa que desarrolle el proyecto. También en las piscinas olímpicas, junto al Estadio de La Peineta, se ha paralizado la obra durante nueve meses para «repensar» el proyecto.