Antonio Vega, puesto al día

Por supuesto, como en botica, por muy musical que sea, hay de todo: heterodoxia, ortodoxia, más o menos fidelidad con las canciones de Antonio... pero todos han arrimado el hombro para que este «Alpinista» puede subir muy alto.

Pero ya es hora de pasar lista. Por orden de aparición, los quince de la cordada al completo: Lori Meyers («Esperando nada»: vitalismo guitarrero); Zoe («Persiguiendo sombras»: riesgo y fantasía); Amaral («Atrás»: clásicos para un clásico); LA &Nena Daconte («Tesoros»: deliciosa ingenuidad); Sidonie & Anni B. Sweet («Se dejaba llevar por ti»:dulce terciopelo); DePedro & Calexico («Mi hogar en cualquier sitio»: doloridas trompetas); Los Planetas («Quiero estar mejor»: vibrante); Love of Lesbian & Zahara («Lucha de gigantes»: sincero desgarro); Bunbury («Una décima de segundo»: sentido carisma); Irma la Dulce («Girl of yesterday»: hasta en inglés suena bien como ya sabíamos); Iván Ferreiro («Desordenada habitación»: juguetona); Napoleón Solo («Sonrisa de ganador»: descaro adolescente y popero); Shuarma («Elixir de juventud»: intensidad); Bebe & Shinoflow («Estaciones»: rapeando que es gerundio); Marlango («El sitio de mi recreo»: un toque de distinción).

Lo cierto, por encima de todo, es que desde la óptica de las nuevas generaciones la música de Antonio Vega sigue bien vivita y coleando , como si se acabara de componer. Sus piezas siguen tan frescas y emocionantes como siempre. Sin duda, eso es lo mejor que se puede decir de una canción. De este nuevo pleno al 15. Antonio estaría contento con este escrutinio de cariño y respeto.