Dilma Rousseff fue torturada durante 22 días bajo la dictadura

Los diarios «O Globo» y «Folha de São Paulo» reprodujeron este fin de semana fragmentos de los documentos y de declaraciones de Rousseff a los militares, durante el juicio que se le realizó en octubre de 1970. Los documentos salieron a la luz por autorización del Tribunal Superior Militar, que había negado su acceso durante las elecciones para evitar su uso político.

«Dilma Vana Rousseff Linhares. Juana de Arco de la subversión. Figura femenina de expresión tristemente notable que ingresó en las actividades subversivas en 1967», comienza el texto de la denuncia militar que resalta que ni ella ni su ex marido Claudio Linhares tuvieron participación activa en las acciones. «Se trata de una persona de dotada de una inteligencia apreciable », declara uno de sus interrogadores. Rousseff, que raramente se refiere a este tema, evitó declaraciones, pero ya pidió una copia de su proceso.

«No se pueden considerar las declaraciones de alguien que habla bajo tortura. En la mayoría de los casos el torturado miente para salvar compañeros. Esos documentos no son fiables», dijo al ABC Mario Gonçalves, ex preso político y ex miembro del movimiento Vanguardia Armada Revolucionaria Palmares (VAR-Palmares), la misma organización política a la que perteneció Rousseff cuando fue presa, con apenas 22 años.

Durante el proceso, Rousseff contó que sufrió «crueles torturas» durante el interrogatorio que siguió a su captura en São Paulo, en 1967. Según los documentos, Dilma reveló nombres de compañeros y locales de reuniones. Pero una de las pocas veces en que Rousseff se refirió públicamente a su prisión, durante una sesión del Senado en 2008, fue categórica cuando un parlamentario la acusó de mentir en esos documentos: «Me enorgullezco mucho de haber mentido. Porque mentir en la tortura no es fácil . En la democracia, se dice la verdad. En la tortura, quien tiene coraje y dignidad dice mentiras», aclaró en esa ocasión.

«Desde el punto de vista de la realidad, eso es una basura», declaró sobre esos documentos el presidente del Partido de los Trabajadores (PT), José Eduardo Dutra, descartando la posibilidad de que esas revelaciones puedan tener algún impacto político.

Con el retorno a la democracia, Brasil ya vio en la presidencia a líderes exilados y perseguidos , como Fernando Henrique Cardoso y Luiz Inácio Lula da Silva, pero es la primera vez que llega al cargo una víctima de tortura. Sin embargo, a diferencia de los procesos que los militares sufrieron en Chile y en Argentina, no existen antecedentes en Brasil de torturadores ante los tribunales.