Aguas «infestadas» de corsarios

Los ataques de los corsarios han aumentado en los últimos días, en los que han sido frecuentes los intentos de secuestros. El viernes fue el atunero bermeano «Playa de Anzoras», el que logró repeler el intento de agresión cuando faenaba a más 450 millas de la costa de Somalia.

El suceso se produjo cuando un esquife se acercó al buque, de la misma empresa que el «Playa de Bakio», que pudo zafarse de los piratas gracias a la actuación de los miembros de la seguridad privada. Aunque durante el ataque se produjeron intercambio de disparos, no se registraron daños personales. Finalmente, los piratas se dieron a la fuga.

Fuentes del sector señalaron que existe una «enorme preocupación», porque los ataques piratas se están multiplicando y las aguas «están infestadas» de esquifes. «No pasan dos o tres días sin que se produzca un ataque, incluso contra mercantes y, últimamente, se han atrevido hasta con una fragata».

El patrullero de altura «Infanta Cristina», que participa en la Operación Atalanta de la Unión Europea contra la piratería en aguas del Indico, interceptó y hundió ayer un barco ballenero que despertó sospechas de estar siendo utilizado por piratas para cometer actos delictivos. Según informó el Ministerio de Defensa en un comunicado, el patrullero de la Armada recibió una orden del mando de la «operación Atalanta» por la mañana para interceptar a un grupo de presuntos piratas que navegaban en dicho barco ballenero y un esquife.

Tras detectar ambas embarcaciones, el buque español inició su persecución, aunque el esquife pudo finalmente separarse del ballenero y huir, pese a los disparos de advertencia del patrullero. Posteriormente, el «Infanta Cristina» procedió a abordar la embarcación y, ante los indicios de que pudiera estar preparada para cometer actos de piratería y siguiendo instrucciones del mando de la «Operación Atalanta», procedió al hundimiento de la misma y acercó a sus cuatro ocupantes a la costa somalí.

La exitosa intervención del patrullero de la Armada se produjo el mismo día en el que un atunero de bandera española, el «Albacán», logró escapar de un nuevo intento de secuestro por parte de los piratas.

El atunero congelador, perteneciente al grupo Albacora, se encontraba a unas 500 millas de las Islas Seychelles cuando sufrió el ataque. Según informó a la agencia Efe un portavoz de dicha empresa armadora, con oficinas en Madrid, Bilbao, Bermeo y Cádiz, el incidente tuvo lugar sobre las dos de la tarde, hora española, cuando dos esquifes iniciaron la persecución del «Albacán» que navegaba con las redes recogidas a la búsqueda de bancos de atún en aguas internacionales cercanas a las Seychelles. Al ver acercarse a las embarcaciones de los piratas, los vigilantes de seguridad del pesquero español realizaron una serie de disparos de advertencia, tras lo cual se produjo un tiroteo con los tripulantes de los esquifes. Finalmente, los piratas desistieron del intento de abordaje, y el atunero congelador, que tiene su base en Cádiz aunque opera durante todo el año en el Índico, pudo escapar a toda máquina de la zona sin que sus tripulantes sufrieran ningún percance. Las mismas fuentes indicaron que este es el quinto o sexto incidente con atuneros españoles en lo que va de semana en aguas del Índico.