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Un destino de película

El Festival de Cine, excusa perfecta para conocer Gijón

Javier S. Castro

Después de que «Volver a Empezar», de José Luis Garci, ganara el Oscar a la mejor película extranjera, los gijoneses presumieron durante años de vivir en la única ciudad de España con una estatuilla. Más allá de esta anécdota, Gijón se vuelca cada año con su festival de cine , la cita hispana con el celuloide indie por excelencia y una batidora cultural que este año pondrá patas arriba la ciudad asturiana entre el 19 y el 27 de noviembre . Cientos de proyecciones, exposiciones y una serie de conciertos gratuitos como los que este año darán Vinila and the Lucky Dados o Electric Six, entre otros. Durante estos días, las propuestas culturales más «underground» conviven con las tradiciones más arraigadas, en un símbolo de lo que encontramos en Gijón: la fusión natural y espontánea de tradición y modernidad.

Un paseo junto al mar

Considerada una de las mejores de España, la playa urbana de San Lorenzo es el perfecto punto de partida. Lo ideal es recorrerla en sentido inverso, desde las escaleras de acceso de mayor numeración a las de menor, en dirección a la iglesia de San Pedro. En caso de pleamar, el Paseo del Muro, en paralelo, puede ser una buena alternativa para disfrutar del Cantábrico y su oleaje a una distancia prudente. Coronando la playa se encuentra Cimadevilla , el barrio de pescadores que concentra el sabor popular de la ciudad. Entramos a través de la plaza de Jovellanos, donde se ubica la Casa Museo del escritor gijonés del siglo XV. Perfectas para perderse, sus callejuelas albergan hoy galerías de arte, cafeterías con encanto o boutiques, gracias a una nueva generación que ha recuperado el barrio para convertirlo en epicentro de las últimas tendencias.

Después, el Cerro de Santa Catalina , en el que se encuentra el emblemático Elogio del Horizonte, de Eduardo Chillida. La escultura, con su estructura envolvente, actúa como caja de resonancia amplificando el rumor del mar. La tranquilidad del entorno ha provocado que los locales hayan adoptado el cerro para hacer footing, leer un libro o echar un vistazo al mail con el portátil.

Los pescadores de Cimadevilla faenaban en lo que es actualmente el puerto deportivo, también conocido como Fomento. Para llegar allí se puede bajar por la concurridísima Cuesta del Cholo , un auténtico monumento a la vida social en la calle en apenas 50 metros. Allí, los gijoneses escancian sidra o toman una caña aprovechando su privilegiada situación. En el paseo nos topamos con el moderno Balneario de Talasoterapia y, en sus últimos tramos, con la segunda playa de Gijón, la de Poniente, un arenal artificial junto al que se citan skaters y ciclistas.

Golosos y gourmets

Pero si a algo son aficionados los gijoneses es al buen comer. A la hora de la merienda, las confiterías reinan con propuestas clásicas, como las de las situadas en la peatonal calle Corrida, o más renovadoras, como las de Pomme Sucre (Libertad, 26), auténtico mascarón de proa de la nueva restauración astur. Tanta relevancia tiene el pastel en Gijón que el Ayuntamiento ha creado incluso la propuesta Gijón Goloso , una ruta que permite degustar las innumerables variedades locales recorriendo la ciudad de confitería en confitería.

Cuando cae la tarde son las vinaterías las que se llenan con animados debates. Ejemplos de tapeo ilustrado son los que ofrecen la marisquería Marinamar (Marqués de Casa Valdés, 23) o Avant Garde (Paseo Doctor Fleming, 71), el gastrobar del chef Javier Loya, con estrella Michelin. Casi frente al Estadio del Molinón, una propuesta más sosegada, la del restaurante La Salgar (Paseo Doctor Fleming, 859), en el que Esther Manzano presenta su cocina con el «pitu de caleya» (pollo de corral) como apuesta ganadora. El local es diáfano, con grandes cristaleras abiertas a los hórreos y los lagares del Museo del Pueblo de Asturias. Un puro contraste entre el ayer y el hoy, como el resto de Gijón.

Más paradas

Visitando «Gigia»

Ahora que nuestra historia inspira hasta exitosas series de televisión, es una buena oportunidad para conocer el pasado romano de Gijón, o Gigia, como se la conocía en época del César. Las termas de Campo Valdés, situadas junto a la iglesia de San Pedro, o la Villa de Veranes, situada en las afueras, son los vestigios que ofrecen una mejor conservación y ambos están abiertos al público.

En vanguardia

Desde que en 2007 se inauguró el Centro de Arte LABoral , Gijón dispone de un centro de referencia para mostrar las últimas tendencias artísticas, desde videoinstalaciones hasta obras vinculadas al videojuego. La visita puede complementarse con la de la antigua Universidad Laboral, el conjunto arquitectónico más grande de España, en el que destaca su impresionante iglesia.

Guía del viajero

Dónde dormir: Hotel Abba Playa Gijón (Tfno. 902 153 163). Parador Nacional Molino Viejo (Tfno. 985 370 511).

Más información: gijon.info

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