PROBLEMA clave entre Marruecos y el Polisario: la libertad de acción de Al Qaeda
en el Magreb Islámico, AQMI. Además de la manipulación de la amenaza terrorista, existe ese problema real. Christopher Ross, negociador de la ONU, observa con lupa la reunión de Nueva York entre marroquíes y saharauis. Marruecos necesita controlar el Sáhara occidental. El Polisario necesitaprotegerse con todas las armas a su alcance.
Hace 20 años destacaba ya una derivada del ala más dura del Frente Islámico de Salvación, FIS, movimiento argelino que acabó por cerrar la vía a la democraciay llevó al poder Abdelaziz Buteflika (en las elecciones de 1989 el FIS consiguió el 54 por cien del voto popular).
Existe una posibilidad remota: entre la frontera mauritana y la marroquí podría nacer un pequeño estado de la extensión del País Vasco. Ni Marruecos ni la comunidad internacional aceptarían esa no imposible solución si los saharauis aspiraran a una frontera marítima, imposible de controlar. Pero los 300.000 o 400.000 saharauis tendrían un estado. La cuestión del agua es decisiva. Parece ser que los depósitos freáticos del sureste del Sáhara occidental garantizarían una actividad agrícola y comercial más que suficiente.
A no olvidar: primero, durante no menos de seis siglos, hay testimonios del tránsito de caravanas marroquíes desde Esauira al Senegal. Segundo, el Polisario pide un referéndum pero la cuestión del censo es determinante. Tercero, tiene razón Gustavo Arístegui, diplomático de profesión, y portavoz del PP, al señalar la falta de sentido de los dirigentes saharauis, como si los europeos fueran responsables del enquistamiento del antiguo pleito: los responsables directos son Marruecos y el Polisario. Otra cosa es que España y Francia tengan dos buenas diplomacias, decididas a ayudar. Cuarto, hay un vacío en el Sáhara que ni Marruecos, ni Argelia, ni la Unión Europea dejaran que ocupe Al Qaeda en el Magreb Islámico: AQMI representa lo más mafioso del Sahel, trafico de droga y armas, secuestros. Un gran servidor público decía el mes pasado en Madrid: después de 50 años de servicio, no recuerdo una pesadilla comparable a la de los meses en que se hubo de conseguir la liberación de los tres, luego dos, rehenes españoles.
Marruecos no anda sobrado de recursos, pero tiene un ejército y una policía, (no dejen de ver De dioses y hombres, la película sobre los monjes cistercienses sacrificados en Argelia en 1996). En cambio Mauritania, Malí o Níger carecen de recursos antiterroristas. Tienen tan solo fronteras porosas y la protección del cielo (y éste, a veces, decide no ayudar). Marruecos tiene razón al no dejar que unas bandas de delincuentes recorran el Sahel disfrazados de extremistas.
Marruecos y el Polisario, con Argelia detrás, no tienen derecho a escudarse en dificultades pasadas. Al salir de la guerra de los Cien Años, Inglaterra y Francia no usaron el pasado como pretexto para esquivar la paz: al contrario, la buscaron con ahínco. Con o sin mini estado saharaui, hay posibilidades y soluciones. Argelia, España y Francia deben ayudar. Reforzarían su prestigio, hoy no muy alto.