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Milagro en la M-40

El conductor de un camión salva la vida tras quedar colgada la cabina de un puente

ÁNGEL DE ANTONIO

CARLOS HIDALGO

Hubo ayer un hombre que nació por segunda vez. El aparatosísimo accidente que sufrió en una curva le dejó, literalmente, con la vida colgando de un puente. La rápida acción de los bomberos y de los médicos evitó que el hombre muriera arrollado por los conductores que, unos metros más abajo, circulaban por la M-40. En caso de que, tras desplomarse sobre el asfalto, le hubiese quedado algo de vida.

Una y media de la tarde. La hora punta de salida en Madrid comienza a sentirse. El conductor de un gran camión cargado de tubos y otros materiales de obra surca el cuarto cinturón de la capital. Viene por la zona norte, concretamente, el anillo exterior. A la altura del kilómetro 46, toma el desvío para incorporarse a la autovía de La Coruña (A-6), una conexión muy utilizada por quienes salen de Madrid ciudad camino de Pozuelo de Alarcón o Las Rozas. Se trata de una curva de un solo carril, algo complicada; sobre todo, si a esa hora, como es el caso, registra bastante circulación.

A mitad de la curva, el conductor pierde el control del vehículo. Se encuentra a la altura del kilómetro 46,800 del enlace de la M-40 con la A-6. Todo ocurre muy rápido. Al girar a la izquierda, el camión se desequilibra hacia el lado contrario. La cabina gana así fuerza de arrastre y se columpia hacia el vacío. Entonces, la barrera del paso elevado hace de parapeto. El conductor, un varón español de 52 años, estaba muerto de miedo. Su cuerpo se había zarandeado como si de un muñeco se tratase, de un lado a otro de la cabina. El material que cargaba a cielo abierto está desparramado por la calzada y buena parte del arcén. Pero aún quedan casi dos horas de auténtico infarto: los Bomberos de la Comunidad, del Ayuntamiento y el Seapa (Protección Civil de Pozuelo de Alarcón) se las tienen que apañar para rescatar a la víctima, que presenta un golpe en la cabeza y cortes en la cara. Y todo sin que sufra menoscabo físico ni tampoco se provoque un desastre para otros conductores.

Los especialistas utilizaron unas cuerdas desde la puerta del conductor para poder sacar al herido. Mano a mano, los dos Cuerpos de Bomberos consiguen rescatarlo y es trasladado en estado leve al Hospital Puerta de Hierro (Majadahonda). Tampoco hace falta cortar el tráfico. Los arcenes son lo suficientemente anchos como para que la circulación continúe por ellos; eso sí, con el evidente gesto de sorpresa y preocupación de quienes por allí transitan.

En el operativo participaron dos dotaciones de Bomberos de la Comunidad, una del Ayuntamiento de Madrid, el Summa, el Samur y el Seapa, informa Emergencias 112.

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