«A casa» será el museo Saramago

«La casa y la biblioteca estarán abiertas al público —señaló— y sus lectores podrán encontrar su lugar de trabajo y ver lo que él veía. Ningún cuadro se moverá ni los objetos que amó ni los libros se moverán de las estanterías, y se dejará la hora de los relojes que él dejó», aseguró Del Río. Además, señaló que esta decisión ya la conocen el Gobierno de España, el Ministerio de Cultura, el Gobierno de Canarias, el Cabildo de Lanzarote y el Ayuntamiento de Tías y que la Casa-Museo de Saramago, «que tendrá una dimensión incalculable», pertenecerá a Lanzarote.

La viuda del escritor narró que en un viaje reciente en avión entre Lisboa y Brasil, la sobrecargo la despertó por si quería ver las luces de Lanzarote cuando sobrevolaban la isla, y entonces se dio cuenta de que «nadie podrá separar ya jamás la imagen de Saramago y Lanzarote, ni empresas, ni corruptos, ni corruptores, ni medios de comunicación». Con firmeza, anunció que no se va a desmantelar la casa —«A casa», como le llamaba— de Lanzarote «construida de libros», señaló entre aplausos del público. Desde 1993, el literato había repartido su vida entre su país natal y la isla canaria, donde se implicó en iniciativas locales como la de la Fundación César Manrique y donde vivió con especial cercanía el drama de la inmigración clandestina.

En las jornadas de Mararía también participó el artista Ildefonso Aguilar, que presentó un vídeo dedicado al portugués, la periodista Carmen Sarmiento, que dio una charla, y en la jornada del viernes, el director de la Fundación César Manrique, Fernando Gómez Aguilera, que presentó el libro «Saramago en sus palabras».