La mariscada se le atraganta al Ayuntamiento de Sevilla

La pantagruélica mariscada que se concedieron en Bruselas en la primavera de 2008 los responsables de Mercasevilla y la fotografía que así lo atestigua y en la que se puede ver tanto a Antonio Rodrigo Torrijos como a Fernando Mellet dispuestos a dar buena cuenta de varias cestas de langostas, almejas y otros bivalvos y crustáceos, cerveza en mano, centraron ayer la atención en los mentideros políticos.

La imagen y su eco se extendieron por la ciudad como la pólvora y el primer teniente de alcalde, el político protagonista del homenaje culinario en la capital belga, estaba convocado a las once y media para ofrecer una rueda de prensa. El motivo de la convocatoria era otro, pero los informadores preguntaron, obviamente, a Torrijos por el asunto. El portavoz de IU en el Ayuntamiento, airado, algo nervioso, intentó ser concreto y remitirse a lo publicado en su blog la noche antes para intentar realizar una voladura controlada de la información gráfica, tan delicada para él. Pero al final se explayó como casi siempre para justificar como «una actividad normal, propia de cualquier representante público» la mariscada.

«Mi formación y yo en particular —expuso— estamos sufriendo una campaña perfectamente organizada por la derecha y sus poderes, la derecha política, la económica y la mediática. Y todo para construir una imagen de mí amoral, pérfida y absolutamente alejada de la realidad, de lo que yo soy. Y en estos tiempos de crisis, el “tea party” sevillano sabe muy bien que difundir esa foto puede tener un enorme efecto en la crispación de los ciudadanos. Pero han llegado ya a un nivel inexplicable, con una actitud amoral, fascista, intentando trasladar que las cosas normales que hace un representante público son nocivas, como ir a un piquete o comer marisco ¡Un comunista comiendo marisco, adónde vamos a llegar! Claro, si es Javier Arenas el que come marisco, o el jefe del clan de la mayonesa —en referencia al director de ABC en Sevilla— el que se lo come, entonces es protocolo o algo normal. ¿Pero un comunista? No, no... Intentan criminalizar lo que es normal».

Eso sí, antes de continuar con los improperios contra ABC y su «campaña contra esta formación (IU) para que deje de tener representación en el Ayuntamiento», Torrijos no pudo desmentir el aspecto crucial de la cuestión, si aquella mariscada, que costó más de mil euros, se pagó con dinero público, el de Mercasevilla. «Ya veremos cómo se pagó, ya veremos, pero tanto si se pagó con dinero público como si no, me niego a que se criminalice algo que es perfectamente normal».

Pero lo cierto es que no se produjeron explicaciones concretas por parte del que fuera vicepresidente de la compañía de abastos en torno al abono de la cena en Bélgica, ágape pagado con la tarjeta Visa de la dirección de la empresa pública, la de Fernando Mellet, según fuentes del mercado consultadas por este diario y versión también confirmada por varios de los comensales de la mariscada.

Ante estos hechos, el PP municipal reclamó tanto a Torrijos como al alcalde, Alfredo Sánchez Monteseirín, y al consejero apoderado de Mercasevilla, Alfonso Mir, que aclaren el precio y el origen de los fondos de la mariscada. El portavoz popular local, Juan Ignacio Zoido, exigió «explicaciones ante este escándalo mayúsculo. ¿Quién pagó y cuánto costó?».