El gran teatro del tripartito

Es el gran teatro del tripartito. O al menos a eso sonaron las palabras del presidente José Montilla que, subido al escenario del Liceo de Barcelona, dio por finalizada la alianza de PSC, ERC e ICV. El dirigente socialista protagonizó un acto denominado «Punto y aparte», donde interpretó la ruptura de siete años de pacto del Tinell porque, según dijo, «el tripartito ha hecho un gran servicio, pero su tiempo ha pasado». Precisó que «no me arrepiento, en absoluto, debemos estar orgullosos del trabajo que hemos hecho, pero no lo reeditaremos. Aunque sumemos».

Para el candidato socialista a la presidencia de la Generalitat, «un gobierno catalanista y progresista sólo es posible con un gobierno socialista». En un discurso que, en algunos momentos, parecía una despedida, Montilla redundó en esa idea de no volver a pasar por la experiencia traumática de la «Entesa» pues, según dijo, «ahora, en 2010, sólo un Gobierno socialista, puede continuar escrbiendo las líneas de la justicia social el catalanismo integrador y los puentes del diálogo federal». Una reflexión que, a juzgar por el batacazo que las encuestas auguran al PSC, es pura quimera.

Pero José Montilla ofreció ayer su faceta más sentimental. Consciente de su imagen de hombre introvertido, quiso expresar su afecto hacia la militancia. «Nunca me he sentido tan querido, nunca he querido tanto», dijo el dirigente autonómico, quien, aseguró, «ser presidente estos cuatro años ha sido una experiencia extraordinaria, única, apasionante. Creo que me ha hecho mejor persona». Ya entregado a sus simpatizantes, aunque dentro de los límites que su timidez le permite, afirmó que, durante esta legislatura «he pasado por momentos de alegría y momentos de tristeza y dolor».

Hace días que la estrategia de los socialistas catalanes pasa por un alejamiento de las tesis independentistas de sus socios, tal como ha demostrado el retorno de Celestino Corbacho en forma de número tres de la lista para las autonómicas del 28-N; el empeño de celebrar un cara a cara con el candidato de CiU, Artur Mas, en castellano, y la presencia de Montilla en el último desfile del Día de la Hispanidad, del que se había ausentado en los últimos dos años.

Una estrategia que pasa por rechazar la propuesta de referendum de independencia del líder de ERC, Joan Puigcercós, quien, a su vez, también representó en un teatro, en este caso en el Grec de Barcelona, la imposible reedición del tripartito.

El presidenciable republicano reiteró que cualquier futuro pacto de gobierno pasa por seis condiciones, la primera de las cuales es precisamente la celebración de una consulta independentista, seguida de reclamar el concierto económico; crear un sistema financiero público catalán para suplir las dificultades de créditos a empresas, autónomos y familias; garantizar los recursos necesarios para aplicar la Ley de la dependencia; establecer un régimen de precios justos para los productores agrarios y ganaderos, y reformar la estructura del Gobierno para reducir los altos cargos y hacer una administración más eficiente y transparente.

Iniciativa, por su parte, actuó como tercero en discordia. Y nunca mejor dicho, porque su presidente, Joan Herrera, aseguró que las el anuncio de José Montilla de no reeditar el tripartito tras los comicios es en realidad una rendición frente a la victoria de Artur Mas. «O gobiernan las izquierdas de forma plural o quien gobierna es CiU», dijo. Herrera precisó que los ecosocialistas «seguimos siendo los mismos, no decimos nada que no dijéramos hace cuatro años. Eso sí, queremos más acción social, poner en valor el medio ambiente y una izquierda de verdad ». Asimismo, criticó a aquellos «que sólo ponen los fondos rojos a los mítines" —en alusión al PSC— y reclamó una izquierda que «no se rinda y crea en sus valores. Nosotros no nos rendimos».