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malestar latente en la calle

Atracón de pitadas al Gobierno en 7 días

Pocos son los responsables del Ejecutivo que se han librado esta semana de clamorosas quejas ciudadanas. Rubalcaba puso en pie de guerra a la Guardia Civil, Chacón a los militares, Chaves recibió el abucheo en su feudo natural y Zapatero fue el protagonista del desfile de la Hispanidad

jaime garcía

ÉRIKA MONTAÑÉS

No se libra nadie. En los últimos siete días, las pitadas de descontento ciudadano han impactado contra los tímpanos del ya acostumbrado presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, que achaca los abucheos a "parte del guión" que arrastra por ser el máximo exponente del Ejecutivo. Pero menos cómodos con los gritos de crítica y los pitos se han revelado otros miembros del gabinete, como Alfredo Pérez Rubalcaba, Carme Chacón y Manuel Chaves (sobre todo, este último, en su tierra donde ha sido presidente de la Junta andaluza durante dos décadas), objeto esta semana de colosales manifestaciones de malestar.

abc

-Rubalcaba, abucheado por la Guardia Civil: La semana de atracón de pitos al Gobierno la inauguró el ministro del Interior. El responsable de la lucha contra ETA está, desde su cargo, más habituado a las felicitaciones derivadas de las detenciones de terroristas efectuadas por la Guardia Civil y la Policía Nacional que a los reproches explícitos. Sintomático del malestar interno que reina en el Cuerpo de la Guardia Civil fue el hecho de que durante un acto celebrado en Valdemoro (Madrid) para conmemorar el Día de la Guardia Civil fueran miembros del Instituto Armado los que dirigieran contra él pitidos desde el propio arranque de su discurso. Recordaba en su intervención el titular de Interior el "importante aumento" de efectivos de la Benemérita en los años de Gobierno del PSOE. Pero estos no respaldaron sus palabras. Primer gesto de desaprobación al Gobierno. Puedes ver aquí el vídeo con los pitos que interrumpieron el discurso del dirigente cántabro.

-Desfile: el dardo en el ojo de Zapatero: El martes festivo se celebraba un año más el Día de la Fiesta de la Hispanidad, día para la parada militar en el Paseo de la Castellana de Madrid y para la honra de los soldados muertos en acto de servicio durante los doce meses precedentes. Muchos llevaron al extremo su desazón acumulada a base de crisis económica, paro y discordancia con el Gobierno en materias como la reforma de pensiones o el "tijeretazo social". Abuchearon al presidente del Gobierno con gritos de "Zapatero, dimisión" y "fuera" sin respetar, como lamentaron posteriormente el Rey y el Príncipe Don Felipe , el solemne momento de depositar la corona de laurel en recuerdo de los caídos. El socialista "reprendido" el lunes, Rubalcaba, no dudó en tachar los pitos de este Día del Pilar como "lamentables" y los achacó unilateralmente a la "extrema derecha". La ministra de Defensa, Carme Chacón, cogió el testigo de esta protesta y decidió anunciar que consensuará con los partidos políticos un protocolo que blinde el acto y evite los abucheos.

ERNESTO AGUDO

-Chacón, protocolo bajo el brazo, pero con más problemas que el desfile: Ella fue el objeto de las iras el pasado sábado. La Asociación Unificada de Militares Españoles ( AUME ) guardaba también sus protestas en un cajón para sacarlas ese día frente al departamento que rige sus designios. Condenaban la Ley de Carrera Militar ideada por Chacón y su equipo y que ya se encuentra en vigor, y contra la venidera, la Ley de Derechos y Deberes, actualmente en tramitación en el Congreso. La enérgica marcha reunió a unos mil soldados que no se andaron con chiquitas. Como publicó ABC , el secretario general de la AUME, Mariano Casado, llegó a vaticinar que la normativa en trámite «lleva a los militares a la muerte, pero a la muerte civil».

KAKO RANGEL

-Chaves, en acto inofensivo, en feudo socialista y ante empleados de su Junta: Y quién iba a pensar, en esta semana de clamorosos disgustos para el Ejecutivo leonés que tiene asegurada ya su supervivencia hasta 2012 merced al acuerdo de "estabilidad" logrado con el PNV y Coalición Canaria, que los siete días de pérdida de la calle para el PSOE acabarían con un Manuel Chaves vituperado en su feudo natural. En Sevilla y en un acto inofensivo "a priori" -y, es más, rentable en imagen para los socialistas, que han liderado la renovación de la bellísima Plaza de España en la ciudad hispalense-, Chaves fue abucheado por trabajadores de la Junta de Andalucía .

El griterío no se pudo mitigar ni con los acordes de la banda que amenizaba el acto, tal y como recoge hoy nuestro periódico, y los eslóganes espontáneos "fuera, fuera" o "la Junta de Andalucía no se vende" trufaron el acto en el que Chaves estaba acompañado por el alcalde sevillano, el también socialista Alfredo Sánchez Monteseirín. La monumental pitada a Chaves cerró la semana aciaga (no en las negociaciones presupuestarias) para el Gobierno, aunque el propio vicepresidente tercero resumió cómo se gestiona en el Ejecutivo este tipo de protestas: "Hay 365 días en el año. Cualquiera de ellos se puede usar para manifestarse, pero han elegido el peor", dijo Chaves. Aunque esta semana ya van cuatro. Veremos en los otros 361.

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