Anillo de NBA para el Barcelona

Se respiraba ambiente de fiesta entorno al Palau Sant Jordi. La visita de los Lakers había vuelto a crear una atmósfera especial en la «Montaña mágica» de Montjuic y la gente acudió en masa para recibir al hijo pródigo. Por una vez, y sin que sirva de precedente, las camisetas amarillas eran mayoría en el coliseo azulgrana, aunque eso no implicara forzosamente el apoyo mayoritario para los campeones de la NBA. [ Narración y estadísticas ].

Las palmas y los abrazos dejaron paso a los palos y lo que tenía que ser un amistoso, se convirtió en lo más parecido a un partido de competición oficial. No había pasado ni un minuto y Ron Artest ya le había dejado su «tarjeta de visita» a Juan Carlos Navarro, lo que desató las hostilidades en ambos equipos. La grada, aunque seguía teñida de dorado, comenzó a demostrar a los Lakers que esto era territorio español y a Phil Jackson no le quedó otro remedio que exprimir al máximo a sus figuras (incluido un renqueante Kobe Bryant, que estuvo más tiempo sobre la cancha de lo que tenía previsto en un principio). Así, a «Ron Ron» no le quedó otro remedio que aprender quién era Pete Mickeal («¿Pete who?», había declarado en la previa), que acabó el choque con 24 puntos, como máxima figura del partido junto a Navarro.

La NBA, que no descartó una cercana implantación de franquicias en Europa en palabras de David Stern, el máximo responsable de la organización, trasladó toda su parafernalia al pabellón olímpico, que vibró con el show «Made in America» antes de centrarse en el resultado. Eso, solo importó en el último cuarto, al que se llegó igualado (70-70, min. 37) y en el que Navarro volvió a sacar a relucir el talento para poner al Barça seis arriba (84-78). Hasta tal punto llegó la implicación de la grada, que se llegó a pitar, incluso, al ídolo local, cuando Pau Gasol se disponía a lanzar unos tiros libres con el conjunto americano a solo tres puntos. Al final, el Barcelona impuso su mayor motivación y se enfundó el primer anillo virtual de su historia. Los abrazos volvieron a la cancha y el público despidió a lo grande a Pau Gasol, a quien se vio visiblemente emocionado al decir adiós a «su» afición.