La muerte de Uribe, objetivo preferente de las FARC

Desde ayer se abrió la caja de Pandora de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). Aunque el presidente Juan Manuel Santos había dicho que esperaría a que las autoridades terminaran de analizar la información encontrada en 21 ordenadores, 108 memorias USB y 14 discos duros externos encontrados en el campamento del «Mono Jojoy», el jefe rebelde abatido hace un par de semanas, lo que ha empezado a conocerse es explosivo.

La primera revelación: la guerrilla más antigua del continente tenía planes para atentar contra el ex presidente Álvaro Uribe (2002-2010), quien los diezmó sin piedad. Con Uribe, las FARC pasaron de 16.000 a menos de 8.000 hombres y perdieron a cinco de sus máximos líderes. La guerrilla asumió una posición más pasiva que combativa y eso se tradujo en cifras: los secuestros disminuyeron un 85%, y los homicidios en más de 40%.

«Hay una firme determinación del Gobierno para darle toda la protección (a Uribe) necesaria dentro y fuera del país», precisó ayer el ministro de Defensa, Rodrigo Rivera.

Aunque Rivera y la Fiscalía han dicho que desencriptar la información llevará meses, poco a poco el Gobierno se ha encargado de filtrar correos, tal como lo hizo en 2008 cuando fue abatido «Raúl Reyes», el canciller de las FARC. Entonces, los ordenadores de Reyes contaban cómo Venezuela y Ecuador colaboraban con la guerrilla. El escándalo fue tal que se rompió relaciones diplomáticas con ambos países.

Pese a la experiencia, la práctica de las filtraciones se mantiene. Santos también leyó el último email que escribió Jojoy. «Felicitaciones a los que le movieron el piso a JMS (Juan Manuel Santos) con la pequeña bomba a Caracol. Esas son las estratégicas», escribió el 13 de agosto, dejando claro que la guerrilla estuvo detrás del coche bomba que estalló frente a «Radio Caracol», en Bogotá, el 12 de agosto, cinco días después de que Santos asumiera el poder.

«Chávez y compañía»

Quizás una de las sorpresas tiene que ver con el aislamiento de las FARC dentro del continente. Según otro correo, Jojoy estaba en desacuerdo con los «cubanos, Chávez y compañía» por «irrespetuosos» y por unirse «en algunos momentos» a «la lucha ideológica del enemigo para combatirnos». «Las FARC somos un ejército guerrillero móvil, irregular y ofensivo. Autónomos, porque hemos trazado nuestra propia línea para autogobernarnos y tomar el poder», escribió el líder guerrillero. En su mensaje al resto del secretariado del grupo guerrillero, «Jojoy» asegura que saldrán «adelante», pero hace énfasis en que «lo más importante es no confiar en los vecinos que manejan estados y con base a eso, guiarnos siempre por las políticas que hemos trazado para tratar con amigos y enemigos a nivel nacional e internacional».