El año del hombre del puro
Celtic Manor acoge desde hoy la XXXVIII Ryder Cup con la esperanza de recuperar el trofeo para Europa
Se habla mucho de Tiger Woods, de Colin Montgomerie y de Rory Mcilroy. Pero hay un hombre que concita las miradas de propios y extraños allá donde va: Miguel Ángel Jiménez. El jugador malagueño es el único español en el bando europeo que hoy comenzará la reconquista de la Ryder Cup y contará con el apoyo de Sergio García como vicecapitán. Mas el de Churriana no es protagonista por ser el jugador más veterano del equipo local o por haber ganado tres torneos esta temporada. Lo hace por su filosofía de vida, por ser un «bon vivant» y por disfrutar al máximo. Ha conseguido un cocinero para el equipo y que haya vino de Rioja, aceite de oliva y jamón ibérico en su vestuario. Eso sin contar con los buenos habanos que se fuma («unos cuatro al día», apunta). El problema es que ha hecho saltar la alarma anti-incendios de la casa club en más de una ocasión. «No pasa nada, es Miguel Ángel con su puro», ríen los compañeros. Y sigue la juerga. La camaradería que se respira en Europa es total.
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Mientras, en el otro bando, se divierten a su modo. Aparentemente están ajenos al ambiente abrumador que se va a respirar en este lujoso «resort» a partir de hoy, pero tampoco falta el humor en sus filas. Empezando por su capitán, Corey Pavin, que se olvidó de presentar a Stewart Cink en una ceremonia inaugural llena de anécdotas, como el tropezón de Darren Clarke al subir al escenario o los problemas para desplegar la bandera galesa, que se quedó enganchada.
Tensión garantizada
«A medida que se acerca el comienzo del torneo, el nudo que tengo en el estómago se aprieta cada vez más», reconoce el andaluz. Y eso lo dice un hombre de 46 años que va a disputar su cuarta Ryder. «Mi primer golpe en el torneo lo mandé cuarenta metros desviado y firmé un doble “bogey”», recordó Luke Donald. Porque aquí nadie se libra del miedo escénico. Habrá 150.000 personas en el recorrido y cientos de millones viéndolo por TV (Canal Plus en España). No en vano, se trata del tercer acontecimiento deportivo más seguido, después de los JJ.OO. y el Mundial de fútbol.
La lluvia ha ralentizado el campo y se hará presente a lo largo de los tres días, lo que en principio favorecerá a los del Viejo Continente. Aunque el capitán Pavin rompe una lanza a favor de los suyos: «Quien piense que los americanos se van asustar por el agua está muy equivocado». Aviso a navegantes. Nunca mejor dicho.
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