El PP exige aclarar el relevo en el CIS

La destitución de Belén Barreiro al frente del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) se está volviendo cada día que pasa un poco más oscura. Ante la sospecha inicial de que el relevo en este organismo estaba relacionado con el desplome del PSOE y en concreto de Zapatero en los últimos barómetros, se une ahora la certeza de que el Gobierno decidió modificar las reglas en la última encuesta de estimación de voto sin consultarlo con la oposición.

Según afirmó la portavoz del Grupo Popular en el Congreso, Soraya Sáenz de Santamaría, el secretario de Estado de Asuntos Parlamentarios, José de Francisco, no le consultó sobre el cambio de fechas para hacer las preguntas a los ciudadanos en el barómetro político de julio, sino que se limitó a informarle de que el trabajo de campo se realizaría a finales de mes, y no a principios como era habitual desde comienzos de la legislatura, para que pudiera recoger la valoración del Debate sobre el estado de la Nación, que se desarrolló a mediados de ese mes. En el PP sospechan que el Ejecutivo quería amortiguar el impacto de los recortes sociales y el «decretazo» de la reforma laboral, que se convalidó en el Pleno a finales de junio.

Curiosamente, el CIS acabó encargando una encuesta específica sobre el debate, justo cuando terminó, y sin embargo en el barómetro político de julio, el completo, no incluyó ni una sola pregunta sobre aquella cita política en el Congreso. Lo cierto es que casi dos meses después se anunciaba la destitución de la presidenta del CIS y su relevo por Ramón Ramos, que ayer tomó posesión de su cargo en La Moncloa. El PP ha pedido la comparecencia de De la Vega para que explique este cambio.

La polémica por el relevo en el CIS entró ayer en el Pleno. Santamaría reprochó a De la Vega la sustitución de alguien «por reconocer en sus encuestas lo obvio, que los españoles cada vez se fían menos de Zapatero». De la Vega defendió después la total autonomía de los presidentes del CIS.