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«No pararé hasta presidir la Comunidad»

Reconoce que quince escaños de diferencia con el PP son muchos, pero no renuncia al objetivo de ganar las elecciones autonómicas con la baza principal de «la ilusión» y un partido «compacto»

J. L. MARTÍN/M. SERRADOR

—¿Qué va a cambiar en el PSCL para conseguir convencer al electorado?

—La estrategia es la misma, lo que cambian son las tácticas. Yo me planteé renovar el partido en Castilla y León y se ha renovado; hacer un discurso político distinto, y lo estamos haciendo. Ahora lo que hay que hacer, que es la táctica, son las listas de todos los municipios y las autonómicas y un excelente programa.

—¿Cuáles van a ser los puntos en los que va a intentar «morder» al PP?

—Hay que hacer un discurso de Comunidad. En 24 años de Gobierno no ha creado un sentimiento de autonomía, sino todo lo contrario, ha habido una involución. Antes había un problema en León, y ahora lo hay en Burgos, en Segovia, en Ávila…, donde al final la gente prefiere que su Caja esté en Madrid antes que en Valladolid, algo injusto porque no se trataba de eso. Creo que hay que hacer Comunidad. Vamos a lanzar un mensaje de ambición y futuro en torno a la despoblación que no ha sido capaz de corregir el PP. Yo creo que se puede corregir con dos herramientas imprescindibles, aunque no hay soluciones mágicas: la primera, y lo sabe Herrera aunque nunca lo ha hecho ni lo va a hacer, es ordenar el territorio, y la segunda tiene que ver con atraer inversiones y para eso debe haber esa ordenación y buenos servicios públicos.

—¿Qué número de escaños en las Cortes regionales cree que puede conseguir y cuál sería el número del éxito?

—Yo puedo decir para lo que trabajo, y trabajo para gobernar esta Comunidad y provocar un cambio político. Mi único plan es ser presidente de Castilla y León en 2011 y no hay un «plan B». He reconocido siempre que es difícil ganar a un partido que tiene 15 escaños de diferencia con el PSOE, pero también digo que igual que el PP tiene todos los instrumentos del poder, nosotros tenemos la ilusión.

—¿Se irá si no alcanza los 33 escaños que consiguió Ángel Villalba?

—Sólo tengo un escenario, que es ganar en la Comunidad, pero lo primero que haré cuando vea ese resultado es hablar con mi partido y con mi familia. Si este partido decidiera tener otro candidato, no hay problema, pero mi intención es no parar hasta ser presidente de Castilla y León.

—¿Cuánto le va a dañar la crisis económica y la debilidad de Zapatero?

—Yo lo que no utilizaré son excusas y el resultado que obtenga el PSOE de Castilla y León será sólo nuestro. Ahora bien, hay que reconocer que en una época de crisis todos los gobiernos tienen erosión. El problema de Castilla y León es que la gente no ve a su Gobierno. Ésa es la estrategia del PP: por un lado hemos reivindicado competencias pero, por otro, culpamos a Madrid de todo lo que va mal, aunque sea competencia de la Junta.

—¿Se cabrea muy a menudo viendo lo que hace y dice Zapatero?

—El presidente sabe de dónde viene y a dónde va. Se dice que el Gobierno improvisa, pero no puede hacer la misma política teniendo un crecimiento del PIB del 4% como tenía hace tres años que teniendo una caída del 1,7 No le quedado más remedio que recortar gasto público. Eso no quiere decir que se hayan debilitado las políticas socialistas.

—¿Cuál es el gran error de Zapatero y su Gobierno?

—El Gobierno de España seguramente ha cometido errores. Ahora bien, no es el origen de la crisis. Otra cosa es que se haya sabido explicar mejor o peor y que haya tenido que corregir alguna medida.

—¿Va a renunciar a su escaño en el Congreso y dedicarse por entero a la política regional?

—Voy a hacer lo que hizo Juan Fernando López Aguilar cuando ganó en Canarias o lo que va a hacer Luisa Fernanda Rudí en Aragón, que es agotar el mandato con los ciudadanos, que me han votado como diputado, justo hasta el momento en que adquiera el acta de diputado autonómico.

—¿Qué beneficios obtiene Castilla y León con su presencia en Madrid?

—Uno tiene peso en Madrid no por ser diputado, sino porque lo tiene. Sostengo que ha sido rentable para la Comunidad y hay ejemplos como las lanzaderas de Valladolid a Madrid. Si no hubiera dado la batalla que he dado, el ATC estaría en Castilla y León y si no hubiéramos luchado, los presupuestos no hubieran sido lo que han sido

—¿Le sigue atrayendo la política nacional?

—A mí me gusta la política nacional, pero también la internacional que es donde yo empecé. Sin embargo, sólo tengo un objetivo, que es ser presidente de Castilla y León. Yo sí me creo lo de las autonomías y que en la España actual un presidente autonómico puede hacer infinitas cosas.

—¿Se ha quitado ya la imagen de político madrileño que viene a trabajar a Castilla y León?

—Lo importante es lo que diga la gente, pero el PP no va a dejar de decirlo. Lo único que digo es que no se me castigue por eso, cuando es el primer caso de alguien que está en la política nacional se viene a la regional.

—Siempre dice que Herrera, y ahora el alcalde de Valladolid, se irán una vez que pasen las elecciones. ¿En qué se basa?

—Son casos distintos. e la Riva tiene un proyecto agotado y ahora trabaja para él mismo, para jubilarse bien. En el caso de Herrera, él mismo deja entrever que está cansado, que esto le aburre y en esta legislatura ha habido cosas que le han desgastado. Se queda por hacerle un favor a Rajoy.

—¿Qué pasa en esta Comunidad para que después de 24 años de Gobierno el PP no sufra un desgaste?

—Las administraciones que menos han cambiado en España han sido las autonomías. Yo he visto cambiar el Gobierno en cuatro ocasiones, he visto cambiar los ayuntamientos, pero no las comunidades. Es profundamente hipócrita reivindicar más autogobierno para las comunidades y luego echar la culpa a Madrid de todo lo que va mal. Si se quiere autogobierno hay que dar la cara. Un presidente regional tiene que estar siempre que hay un problema en la comunidad, aunque no sea de su competencia

—¿Alguna responsabilidad tendrá también en esto el PSCL?

—Todos tenemos culpa. Si el PP lleva gobernando aquí muchos años gran parte del mérito es suyo y gran parte del demérito será del Partido Socialista de Castilla y León.

—¿Se agarra a los resultados municipales?

—El PSOE va a afrontar un amplísimo proceso de renovación en las capitales y en Ponferrada. El objetivo es mantener las alcaldías de León, Palencia, Segovia y Soria porque los alcaldes los tienen que quitar los ciudadanos, no los partidos, y conseguir más alcaldías y alguna diputación.

—Se ha subido a un risco, ha pedaleado parte de la Comunidad, esquiado con periodistas… Ahora ¿con qué nos va a sorprender?

—Hay un alejamiento entre políticos y ciudadanos por la corrupción y la crispación. Para llegar a la gente a veces hay que utilizar canales no convencionales.

—¿Cree que se entiende esa forma «peculiar» de hacer política?

—Hemos conseguido que se hable del PSCL sin agredir a nadie y con formas distintas

—¿No es una forma desesperada de darse a conocer?

—Yo no estoy desesperado. Me lo paso muy bien.

—¿Qué grado de conocimiento cree que tiene actualmente?

—Adquirir conocimiento es muy difícil, más en una tierra donde hasta ahora no ha habido una televisión autonómica potente.

—¿Ha notado que su popularidad ha ido en aumento desde que va a programas de televisión como La Noria?

—Es evidente. La política es comunicación, quienes tratan de diferenciarla se equivocan Trato de conseguir canales distintos de comunicación, lo que no cambia el proyecto socialista de fondo.

—¿Renovará los escaños en las Cortes para acabar con un grupo parlamentario heredado?

—Lo prioritario no es si entraron con Villalba o López. Será procurador el que sea mejor y no el que responda a no sé qué familia política. El PSOE no tiene poder, pero está unido. He contado con la colaboración de todos; no me han puesto palos en la rueda.

—A Ana Redondo, sí.

—No lo creo. La he visto liderar el grupo y nadie la ha cuestionado.

—¿Dónde está la generación López?

—Tiene que haber un equilibrio y aquí hay gente que lleva 30 años en política validísima y gente nueva que vale un montón.

—¡Qué poco se quiere con De Santiago-Juárez y con Mañueco!

—Me gustan los acuerdos, pero cada vez que se mete por medio el portavoz no los hay. Siempre que critico a un consejero, le refuerzan, como a María Jesús Ruiz. No quiero consolidar a alguien tan brillante como al señor Mañueco, el consejero «Ni-Ni».

Óscar López

SECRETARIO GENERAL DEL PSCL

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