Turquía aprueba la reforma constitucional con el 58% de los votos
Los primeros datos señalan que las reformas constitucionales han rechazadas por 42% del electorado, con el 99% escrutado
Los turcos han dado finalmente el «sí» a la reforma de su Constitución. Con el 99,7% de los votos escrutados, un 58% de los votantes han apoyado los cambios en la Constitución , según ha informado la televisión NTV. El dato, que aún no es oficial, coincide con los primeros sondeos hechos a pie de urna, que indicaban que las enmiendas constitucionales, que modifican el Poder Judicial y recortan los privilegios de los militares, han sido aceptadas con una amplia mayoría del 57% del electorado.
La participación ha sido alta desde primeras horas de la mañana, especialmente entre los partidarios del «sí» a la reforma constitucional. «Voto «sí» para tener una constitución civil», afirma Zübeyde Matur, de 68 años de edad, que ha acudido a votar en un colegio electoral en el barrio de Fatih, bastión del partido islamista moderado AKP. Esta formación política es la que ha liderado la reforma del texto constitucional desde el gobierno encabezado por el primer ministro Recep Tayyip Erdogán.
La constitución actualmente vigente fue ratificada en referéndum en 1982, promulgada por el gobierno militar que se había hecho con el poder en un golpe de estado dos años antes, hace hoy exactamente treinta años. Por eso, para Matur, como para muchos turcos, la reforma constitución supone un paso adelante en la democratización del país. «Tras el golpe tuvimos muchos problemas. Ya en el referéndum de 1982 me opuse a la constitución militar. El 92% de la gente votó «sí», porque los sobres eran transparentes, así que tenían miedo, pero yo estuve entre la minoría que se opuso entonces», asegura.
«Votar «sí» es la decisión correcta, y es un primer paso. Por supuesto, no es suficiente, pero si Erdogán gana las próximas elecciones [previstas para 2011], finalmente podremos cambiar toda la constitución, no solamente algunos artículos», dice Sajas Aydogmus, treintañero desempleado que muestra con orgullo su carnet de militante del AKP.
No todos se muestran tan exultantes
Mehmet L., taxista originario del Mar Negro, se muestra radical en su oposición a la reforma. «Todavía no he votado, iré dentro de un rato. ¡Estos tipos no pueden ganar!», dice, cabizbajo, dado que, por el momento, las encuestas previas dan al «sí» como vencedor del referéndum.
Hasta dentro de unas horas no se sabrá hasta qué punto ha sido eficaz el boicot propugnado por el partido kurdo BDP. Esta formación política asegura que la reforma constitucional es insuficiente para resolver el problema kurdo, puesto que entre los artículos modificados no están los iniciales, aquellos que establecen que el idioma del país es el turco y que todo ciudadano de Turquía es un turco étnico. «Es el problema de todas las minorías en Turquía, como los alevíes, los laz… Para el primer ministro Erdogán todos somos lo mismo», explica Erdogán Gündüz, responsable del BDP en la sede del partido en el barrio de Tarlabasi, de población mayoritariamente kurda.
La ley electoral turca impone una penalización a aquellos ciudadanos que no acudan a votar en las ocasiones electorales, que en este caso es de 22 liras (unos 11 euros). ABC ha constatado que algunos partidarios del boicot evitan la multa haciendo acto de presencia en el colegio electoral pero no introduciendo la papeleta en el sobre, o votando de forma nula.
No obstante, el BDP ha pedido a sus militantes que no acudan siquiera a los centros de voto, para poner de manifiesto la magnitud del boicot. «La prensa turca no es independiente, ha tomado partido descaradamente por el «sí» o por el «no», así que no se está informando correctamente sobre esta otra posibilidad», justifica Gündüz. «Esperamos un apoyo al boicot del 35-37% de la población en toda Turquía. Pero en sitios como Diyarbakir [la ciudad más importante de las zonas kurdas del país] será mucho más alto», asegura.
De momento, las primeras informaciones apuntan a que el seguimiento entre los militantes kurdos es alto. «Aquí hay censadas unas seis mil personas, y un tercio no van a venir a votar», explica Ertan Simsek, enviado por el AKP como observador a uno de los colegios electorales de Tarlabasi. Simsek es kurdo, originario de Batman, pero está en contra del boicot. «Es increíble que el BDP haya decidido boicotear esta reforma, está creando muchos problemas», se queja.
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