Las otras caras de la Diada
Ciutadans y el Partido Popular no acudieron a la ofrenda floral al monumento a Rafael Casanova
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«Sin nacionalismos, Cataluña no se derrumbará, se hará más fuerte». Es la conclusión que cerraba el discurso de Albert Rivera, presidente de Ciutadans (C's), ayer frente al monumento de Josep Tarradellas con motivo de la Diada del 11 de septiembre. Arropado por más de un centenar de seguidores y acompañado por compañeros del partido, el líder del partido celebró su propia Diada.
Por quinto año consecutivo, el partido ha declinado participar en los actos oficiales que incluyen la ofrenda floral al monumento de Rafael Casanova y al acto institucional en el Parc de la Ciutadella, ya que no comparten el ideal de Diada establecido por la Generalitat. El líder de C's lamentó que el 11 de septiembre siga siendo un acto reivindicativo. Considera que «en Cataluña hay más cosas que nos unen, que no que nos separan» y por eso «debería celebrarse una fiesta cívica, con todo el mundo de la misma parte y exaltar la autonomía como en las demás comunidades; pero lo que hacen es dividirnos», añadió y recordó que ellos son partidarios de trasladar la celebración al día de Sant Jordi, fecha que sí representa un día festivo, cultural y cívico.
Bajo el lema «Convivencia sí, independencia no» y un discurso lleno de ataques y reproches al actual ejecutivo catalán, Rivera acusó directamente al president Montilla de la exaltación independentista que está viviendo la comunidad, aumentada tras la manifestación del 10 de julio. «Hemos llegado hasta este punto de fractura por culpa de aquellos que han permitido durante siete años llevarnos al abismo independentista y no ha sido ERC, ha sido el PSC, y el señor Montilla, con más detalle», afirmó entre aplausos.
Suicidio político
El candidato a la presidencia de la Generalitat, no dudó en afirmar que el PSC deberá reflexionar cuando esté en la oposición tras los comicios del 28N —situación que da por sentada— sobre con quien se ha aliado y la manera en que ha gobernado durante los últimos años. «Parace que tienen muy en mente lo que sucedió en 1714, pero ya no recuerdan que uno de los suyos se reunió en Perpiñán para decidir donde podían caer bombas y dónde no», rememorando las conversaciones de Carod-Rovira con ETA durante la primera legislatura del tripartito.
Por este motivo, y por «gobernar para los independentistas y no para todos», Rivera afirma que «Montilla se ha suicidado políticamente y debe pasar a la oposición». Siguiendo con le disrcurso sobre las elecciones, el líder de C's recomendó al próximo gobierno que considere a Cataluña como un territorio cosmopolita en que se siga el camino de la convivencia, no el de la independencia.
Respecto a que la Generalitat haya definido este año que la Diada sea una en defensa de la lengua catalana, Rivera hizo hincapié en que en 2010 ya no hay peligro de extinción, que hay dos lenguas oficiales. Señaló que con el tema lingüístico sólo se pretende alimentar el odio y el enfrentamiento entre ciudadanos. «En Cataluña hay dos lenguas oficiales y debemos tener libertad total para usar las dos», sentenció. Además, en su discurso bilingüe apuntó que cada año se ha reivindicado algo, cuando lo que la Generalitat habría de hacer es preocuparse «por lo que pasa en la calle, por los problemas reales de la gente y las 35.000 familias que recientemente se han quedado sin hogar».
No obstante, Albert Rivera tuvo ataques para el PPC, quienes no asistieron a la ofrenda floral, pero si al acto institucional. Consideró que si a un partido sólo le interesa mantenerse en le poder, al otro sólo le preocupa llegar y gobernar a cualquier precio: «Alicia Sánchez-Camacho —presidenta del PPC— gobernará si puede con los que defienden la independencia a largo plazo, con CIU, con al única ambición de estar en el poder». En cambio, a Ciutadans, a pesar de no descartar ningún pacto, lo único que les importa son las personas...
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