HACE SEIS AÑOS
Beslán, la pesadilla que marcó el destino de Rusia
Miles de personas recuerdan hoy a los 334 muertos (186 de ellos niños) en el secuestro de la escuela Nº1 por parte de terroristas chechenos
ISRAEL VIANA
Miles de personas acudieron ayer a las ruinas de la escuela Nº1 de Beslán, ciudad de la república de Osetia del Norte, para recordar a las víctimas de la masacre en la que murieron, hace hoy justo seis años, 334 personas, 186 de ellas niños ... . Una pesadilla que marcó el destino de Rusia.
Las imágenes y los actos en memoria de las víctimas vuelven cada año para recordar uno de los peores acciones terroristas de la historia de Rusia, que acabó con un confuso asalto militar a una escuela en la que había cerca de 1.200 rehenes –entre ellos, muchos niños y bebes–, que acabó en un baño de sangre: murieron la cuarta parte de los rehenes, todos los terroristas y varios agentes de seguridad y terroristas.
Una comisión parlamentaria exculpó de toda responsabilidad a las autoridades rusas en diciembre de 2006, al abducir que ni el Ejército ni el Ministerio del Interior ni los servicios de seguridad se excedieron en el uso de la fuerza, mientras, año tras año, la organización «La voz de Beslán», que agrupa a madres de niños muertos en el asalto, demanda la reapertura del caso.
La pesadilla comenzó el 1 de septiembre de 2004, cuando un grupo de 30 terroristas árabes y chechenos, armados y con explosivos adosados a su cuerpo, entraron en el colegio con dos exigencias tan claras como imposibles: la liberación de una treintena de compañeros encarcelados meses atrás y la salida de todas las tropas rusas de Chechenia.
Un conflicto de siglos
La causa independentista chechena ha gozado durante muchos años de las simpatías de Occidente. Su rechazo a ser incorporada a Rusia (ya desde el tiempo de los zares), su disposición a luchar contra los ejércitos rusos con un armamento más bien básico y su empeño en mantener una identidad propia, llevan varias décadas sumiendo en crisis al Gobierno… y Vladimir Putin sufrió, a causa de este episodio, la peor de su mandato como presidente .
Tras recluir a los rehenes en el gimnasio, los secuestradores obligaron a algunos niños a colocarse cerca de las ventanas para que sirvieran de escudos humanos, mientras sembraban el edificio de explosivos y amenazaban con matar a 50 personas por cada uno de ellos que muriera y 20 por cada herido.
El Consejo de Seguridad de la ONU celebraba una reunión urgente a petición de Rusia y el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, ofrecía a Putin «cualquier posible apoyo» que pudiera necesitar.
Las cosa parecían ir bien cuando, al día siguiente, 15 niños (algunos menores de un año) y 11 mujeres eran liberados . Pero algo inquietaba a los familiares de los retenidos que comenzaron a quejarse por las «mentiras» de las autoridades, a las que atribuían la preparación de un asalto en secreto… y así fue
Justificaciones tras la tragedia
«Ha ocurrido una tragedia. No es lo que esperábamos. No se planteaba un asalto. Teníamos previsto continuar las negociaciones para conseguir la liberación por medios pacíficos. Incluso habíamos llegado a un acuerdo para retirar los cadáveres de varias personas que fueron asesinadas el miércoles», justificaba el representante del Kremlin para Chechenia, Aslanbek Aslájanov. Las tropas de élite del Ejército habían tomado finalmente el recinto escolar en una operación que, según las autoridades rusas, fue forzada por los acontecimientos.
La operación ofreció imágenes y testimonios dantescos de los supervivientes . «Al principio creíamos que era un juego, una sorpresa que nos habían preparado los mayores, hasta que vimos que mataban de verdad y que corría la sangre», relataba uno de los muchachos que había logrado escapar. «Al principio hubo muchos heridos. A los que yacían en el patio los remataron. «Los chechenos nos dijeron que habían matado a todos los hombres y, para convencernos, nos arrojaron varios cadáveres. “Nuestras madres lloraron, ahora que lloren las vuestras”», contaba uno de los rehenes. «¡Hay que volver. Mi hijo se ha quedado dentro!», gritaba una madre que había resultado herida. Y mientras, muchos padres se derrumbaban junto a los cadáveres de sus hijos después de reconocerlos.
Hace dos días sonaba en Beslán el tañido de una campana. Exactamente a las 9:15 horas, la misma hora en la que los terroristas chechenos se apoderaban de la escuela y capturaban a 1.200 rehenes, anunciando el comienzo de los actos de duelo de una de las mayores tragedias de la historia reciente de Rusia.
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