El colegio del municipio castellonense de Ayódar tiene tres niños matriculados para el próximo curso. Como la Consellería de Educación exige un mínimo de cinco alumnos para mantener abierta la escuela, el Ayuntamiento de la localidad ha comenzado a buscar a familias con niños en edad escolar para evitar que los pequeños tengan que irse a otros municipios a estudiar.
Como contrapartida, el consistorio ofrece la gratuidad de una vivienda. "Mantener abierto el colegio es siempre bueno, porque tener niños en el pueblo da vida y, en este sentido, desde el Ayuntamiento tenemos que luchar con esfuerzo para evitar el cierre del colegio", indicó a Europa Press Televisión el alcalde del municipio, Ramón Balaguer.
El Ayuntamiento busca una familia que tenga, al menos, dos niños en edad escolar, entre 3 y 11 años, y que "preferentemente" sea de la provincia de Castellón. Y es que, según explicó Balaguer, el consistorio, en la actualidad, no puede ofrecer un empleo a la familia debido a la "adversa" situación económica que vive el país y, por ello, busca personas a las que no les sea costoso desplazarse desde Ayódar a su lugar de trabajo habitual.
Como contrapartida, el consistorio ofrece la gratuidad de una vivienda durante un número de meses que se acordará con la familia que llegue al pueblo; apartamento que se encuentra a sólo 50 metros del centro escolar. El pueblo, además, ofrece unas vistas y un entorno maravillosos, destacó el alcalde, ya que se encuentra enclavado en pleno Parque Natural de la Sierra de Espadán, así como conexiones "bastante buenas" y servicios básicos y fundamentales, como médico, farmacia, tienda de comestibles o panadería.
Como contrapartida, el consistorio ofrece la gratuidad de una vivienda. "Mantener abierto el colegio es siempre bueno, porque tener niños en el pueblo da vida y, en este sentido, desde el Ayuntamiento tenemos que luchar con esfuerzo para evitar el cierre del colegio", indicó a Europa Press Televisión el alcalde del municipio, Ramón Balaguer.
El Ayuntamiento busca una familia que tenga, al menos, dos niños en edad escolar, entre 3 y 11 años, y que "preferentemente" sea de la provincia de Castellón. Y es que, según explicó Balaguer, el consistorio, en la actualidad, no puede ofrecer un empleo a la familia debido a la "adversa" situación económica que vive el país y, por ello, busca personas a las que no les sea costoso desplazarse desde Ayódar a su lugar de trabajo habitual.
Como contrapartida, el consistorio ofrece la gratuidad de una vivienda durante un número de meses que se acordará con la familia que llegue al pueblo; apartamento que se encuentra a sólo 50 metros del centro escolar. El pueblo, además, ofrece unas vistas y un entorno maravillosos, destacó el alcalde, ya que se encuentra enclavado en pleno Parque Natural de la Sierra de Espadán, así como conexiones "bastante buenas" y servicios básicos y fundamentales, como médico, farmacia, tienda de comestibles o panadería.
Carreteras heladas
En caso de que el colegio tuviera que cerrar, los tres niños matriculados deberían desplazarse a otros municipios cercanos como Sueras, que está a 8 kilómetros, u Onda, que está a 20. Esto supone una molestia y también un peligro para los niños, ya que la zona experimenta temperaturas bajo cero en invierno y las carreteras se hielan.
En esas condiciones, indicó el alcalde, "poner a un niño con cinco o seis años en un autobús a las 07. 00 horas de la mañana para desplazarse" es "demasiado duro".
En este sentido, Amparo, la madre de uno de los niños matriculados en Ayódar, señaló que en invierno "hace mucho frío" y se hielan las carreteras y que los niños como el suyo se marean en la carretera. "Cada vez que lo bajo a Onda está totalmente mareado", lamentó.
Además, dijo, el trasladar a los niños supondría perder contacto con los pequeños. "Al tenerlos aquí vienen a comer a casa y compartes con ellos, pero si tuviera que llevar a mi hijo al pueblo siguiente lo subiría en el autobús a las ocho de la mañana y no lo vería hasta las seis", lamentó la mujer.
En esas condiciones, indicó el alcalde, "poner a un niño con cinco o seis años en un autobús a las 07. 00 horas de la mañana para desplazarse" es "demasiado duro".
En este sentido, Amparo, la madre de uno de los niños matriculados en Ayódar, señaló que en invierno "hace mucho frío" y se hielan las carreteras y que los niños como el suyo se marean en la carretera. "Cada vez que lo bajo a Onda está totalmente mareado", lamentó.
Además, dijo, el trasladar a los niños supondría perder contacto con los pequeños. "Al tenerlos aquí vienen a comer a casa y compartes con ellos, pero si tuviera que llevar a mi hijo al pueblo siguiente lo subiría en el autobús a las ocho de la mañana y no lo vería hasta las seis", lamentó la mujer.
Como un profesor particular
Amparo cree que acudir a una escuela pequeña como la de Ayódar tiene sus ventajas. Así, afirma que los alumnos son muy poquitos, por lo que los niños "casi tienen un profesor particular". Los niños que están matriculados en Ayódar, como Paco, también tienen claro que se quieren quedar en el pueblo. "Me gustaría quedarme aquí, porque si me voy a otro pueblo tendría que comer allí", señaló este pequeño de 7 años.
Los vecinos del pueblo también quieren mantener abierta la escuela. Su cierre, según indicó Juan José, sería "una lástima", ya que lleva "muchos años funcionando". Y es que los niños, señaló, "son alegría" y el que se fueran supondría "quedarse sin verlos jugar en la plaza y quitarles a ellos horas de juego".
Los vecinos del pueblo también quieren mantener abierta la escuela. Su cierre, según indicó Juan José, sería "una lástima", ya que lleva "muchos años funcionando". Y es que los niños, señaló, "son alegría" y el que se fueran supondría "quedarse sin verlos jugar en la plaza y quitarles a ellos horas de juego".