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Cien mil kilos de tomates serán los encargados de poner color a la popular fiesta de la «Tomatina»
Desde hace 55 años la tradición se repite. Un cohete de agua, también conocido como carcasa, ha sido el pregón que hoy a las once de la mañana ha dado el pistoletazo de salida a una tradición de más de 50 años. De este modo, ha arrancado la batalla más incruenta jamás conocida en la que los contendientes crearán una «guerra de tomatazos» bajo la denominación de la «Tomatina».
Cien mil kilos de tomates serán los que se arrojarán en la fiesta más jugosa del verano español. La Tomatina de Buñol —celebrada cada último miércoles del mes de agosto— acogerá a unos 40.000 turistas, tanto españoles como extranjeros que «bucearán y se zambullirán en zumo de tomate». Un festejo con sabor a tomate que ha sido considerado de interés turístico y ya tiene replicas en países como China o en pueblos valencianos como La Pobla del Duc con «La Raimà», en este caso a base de uva.
Reglas del juego
Como en toda batalla hay unas normas y «Tomatina» no iba a ser menos. Durante la guerra de tomates está prohibido acceder con algún objeto que pueda producir cualquier incidente —como botellas de plástico o vidrio—. Asimismo, hay que ir con cuidado al paso de los camiones encargados de descargar «la munición». Y lo más importante: estar atentos al disparo del segundo cohete que indicará el fin del lanzamiento de hortalizas rojas.




