Del maxilar al paladar
Grave cornada a Aguilar bajo la sombra de Aparicio
Horror en la negra arena de Bilbao. El astifino segundo, un pavo de Alcurrucén, prendió por el cuello a Sergio Aguilar, un valiente que había continuado en el ruedo con una cornada en el muslo. Pero a última hora llegó una espeluznante cogida: el pitón se hundió en el maxilar y alcanzó el paladar (en la imagen). Los tendidos rememoraron la dramática cornada de Julio Aparicio en Las Ventas del 21 de mayo, aunque esta vez el pitón no asomó por la boca y según el cirujano de la plaza bilbaína el percance no había sido tan brutal. «Ha tenido mucha suerte», señaló el doctor. Tras una primera intervención en la enfermería del coso, fue trasladado al hospital de Cruces para ponerse en manos de un especialista en cirugía maxilofacial.
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