La migraña se esconde en tu ADN

«La migraña no está en la alimentación ni en los malos hábitos, está en el individuo». Esta frase revolucionaria, que destierra definitivamente la idea preconcebida que relaciona directamente la enfermedad con el ritmo de vida y el consumo de determinados alimentos (chocolate, café,...), resume lo que se conoce como biofuncionalismo, una nueva forma de abordar la patología, que rompe con la visión tradicional del tratamiento, asociada a los fármacos.

A partir de septiembre, una sencilla analítica de sangre determinará la predisposición genética de los individuos a padecer la enfermedad. Recientes investigaciones científicas vinculan la aparición de las crisis a niveles bajos de una enzima en el organismo, la diaminoxidasa, conocida como DAO. Las personas que presentan déficit de esta enzima tienen problemas para metabolizar la histamina, una molécula presente en todos los alimentos de la dieta cotidiana y que, acumulada en exceso, puede provocar migraña.

Pionero en Europa Gracias a esta prueba de diagnóstico, pionera en Europa y bautizada como «migratest», fruto de un acuerdo entre el laboratorio DR Healthcare con Labco —la mayor red de centros diagnósticos de Europa—, las personas susceptibles genéticamente de padecer la enfermedad, aquellos a los que su ADN les señale como pacientes potenciales, podrán tomar medidas para evitar las crisis, simplemente ingiriendo complejos vitamínicos naturales y cuidando la alimentación.

«Si el test resuelve que la persona tiene déficit de DAO, es decir, que es firme candidato a la migraña, entonces deberá esquivar algunos alimentos ricos en histaminas», indicó en declaraciones a este diario el responsable de DR Health y vicepresidente de la Fundación Migraña, Juanjo Duelo.

Entre los alimentos contraindicados para las personas susceptibles de padecer la patología destacan la leche y todos los productos fermentados, también la cerveza, el pescado azul, el vino, la naranja y algunos frutos secos (estos dos últimos no contienen histaminas pero son liberadores de histamina endógena). «La naranja es una bomba migrañosa», apunta el experto. Sin embargo, contrariamente a lo que se ha suscrito durante años, el chocolate y el café no son alimentos ricos en histaminas, por lo que no deben ser apartados de las dietas de estos pacientes. «El café, contrariamente a lo que se creía no es que no vaya bien sino que, al ser un vasoconstrictor, está recomendado», afirma el experto. Añade que «muchos de los medicamentos que se han recetado durante años a los pacientes contienen cafeína, por lo que era un contrasentido que les prohibieran el café. Mejor tomarlo en taza que en una píldora».

La excesiva dependencia a los fármacos de los afectados y el elevado nivel de automedicación han sido «altamente contraproducentes en la evolución de la enfermedad», según el vicepresidente de la Fundación Migraña.

Los fármacos la empeoran Una de las consecuencias de ese abuso de fármacos ha sido, en muchos casos, la cronificación de la patología. «Muchos de los medicamentos que consume habitualmente la gente inhiben la enzima DAO, por lo que favorecen la aparición de la enfermedad», apunta Duelo.

La migraña es una patología invalidante que afecta especialmente a mujeres —tres de cada cuatro pacientes— y supone la segunda causa de absentismo laboral en España. En la actualidad, cinco millones de personas padecen la enfermedad en España.