Adiós a la pandemia de gripe A

No obstante, la responsable de la OMS dejó claro que el paso a la fase pospandémica «no significa que el virus H1N1 haya desaparecido», al tiempo que defendió la controvertida gestión que el organismo sanitario ha hecho de la crisis. «En base a nuestra experiencia con anteriores pandemias, esperamos que el virus H1N1 adopte un comportamiento similar al del virus de la gripe estacional y continúe circulando los próximos años», dijo Chan. Y añadió que «en este periodo pospandémico pueden aparecer brotes con niveles significativos de transmisión del virus H1N1. Esta es la situación que observamos ahora en Nueva Zelanda y puede darse en otros lugares».

Chan subrayó que en la actualidad el virus de la gripe A no es el dominante y que en la mayoría de los países circula una mezcla de virus gripales. Y como en algunos lugares —dijo— entre el 20 y el 40 por ciento de la población fue infectada por el virus H1N1, eso les ha dado una cierta inmunidad. Pese a todo, la directora general de la OMS advirtió de que este virus «seguirá causando una enfermedad grave en grupos de jóvenes y otros grupos de riesgo» por lo que insistió en que se sigue recomendando la vacunación. «En este año que ha pasado, hemos tenido suerte. El virus no ha mutado a otra forma

más letal y no se ha desarrollado resistencia al oseltamivir (principio activo de los medicamentos contra el virus), y la vacuna ha demostrado ser segura y ajustada al virus», subrayó, frente a las críticas recibidas después de que los gobiernos gastaran millones en vacunas no utilizadas.

Y las vacunas ya no sirven

Y es que las vacunas del año pasado que finalmente no fueron ni administradas ni vendidas o donadas a otros países «no tendrán utilidad para la nueva temporada», según dijo ayer el secretario general de Sanidad, José Martínez Olmos, quien explicó que para la próxima temporada de gripe se inmunizará con una misma vacuna tanto de la gripe estacional como de la gripe pandémica, ya que es así como lo recomienda la Organización Mundial de la Salud. «Hay que tener antígeno frente a este virus, junto a otros que también circulan», según reconoció, de ahí que la OMS recomiende «una vacuna con tres antígenos».

Para hacer frente a la pandemia España adquirió 13,5 millones de dosis, aunque sólo se han utilizado unos tres millones, y el Gobierno anunció que iba a donar cuatro millones a la Organización Panaméricana de la Salud, por lo que quedarían almacenados unos seis millones de dosis. La OMS advierte de que todavía es útil, a nivel de salud pública, usar la vacuna monovalente contra el virus H1N1 para inmunizar a las personas que están en riesgo de sufrir la enfermedad en su forma más severa, sobre todo en los lugares donde la vacuna trivalente no está disponible.