La huelga de limpieza comienza a notarse en el sureste grancanario

Ya comienzan a notarse los efectos de la falta de barrido y limpieza diarias en municipios como Santa Lucía de Tirajana, donde la huelga de los trabajadores de la empresa Clusa alcanza a casi la totalidad del personal, según fuentes sindicales.

Desde el Ayuntamiento que dirige el nacionalista Silverio Matos (Nueva Canarias) «no hacen el menor esfuerzo por solucionar la situación y la verdad es que lo lamentamos por los vecinos, que son en definitiva los perjudicados», decía ayer a este periódico Antonio Rodríguez, del sindicato Sitca, quien cifró en un 88 por ciento el seguimiento de la huelga.

La jornada de hoy puede ser aun más problemática, toda vez que se celebra el mercadillo de Santa Lucía, en el que se suelen recoger unos 5.000 kilos de desperdicios, según calculan los sindicalistas. La protesta se justifica, según sus impulsores, por el «retraso continuado» en el pago de salario, horas extras y otros conceptos económicos; los incumplimientos en materia de aplicación del convenio colectivo; y la falta de medidas de prevención de riesgos laborales para los trabajadores. La situación llega al punto de que «muchos compañeros se han visto obligados, más de una vez, a pagar de su bolsillo las bolsas con que recoger las basuras, que son parte de su trabajo».

Por estos motivos, los trabajadores han interpuesto una querella criminal contra la empresa y sus altos cargos —cuatro en total— por un supuesto delito de acoso e intimidación hacia los trabajadores por ejercer su derecho a la huelga. «Nos presionan todos los días para que abandonemos la lucha», afirma Rodríguez.

Además, han remitido un escrito a la Fiscalía para que se persone ante dicho procedimiento, por un «atentado grave», al entender que se está vulnerando el derecho a la huelga. Por otra parte, se presentarán dos demandas más a la inspección de trabajo para que examine el comportamiento «coactivo» que, creen, la empresa realiza contra sus trabajadores, y que estime si es posible que

«entren en razones».

División sindical

Por otra parte, el sindicato Fsoc califica al sindicato Sitca como una «organización sindical minoritaria» en el seno de esta empresa, cuya capacidad de actuación se circunscribe «a determinados sectores» de trabajadores del barrido. «Negamos a Sitca capacidad alguna para hablar y representar al conjunto de los trabajadores de esta empresa», señaló el Fsoc en un comunicado. En este sentido, secretario nacional de la Federación de Residuos Urbanos, Blas Afonso, ha aclarado que la mayoría sindical en la empresa Clusa de la Mancomunidad del Sureste la compone los afiliados, delegados y el Comité de Empresa, todos afiliados al Fsoc.

Por este motivo, ha denunciado «las aventuras sindicales» que ha conducido recientemente a que los propios trabajadores sufran sanciones importantes debido al protagonismo desmesurado del Sitca. «Dejamos claro ante la opinión pública y los trabajadores que el Fsoc sólo se hará responsable de las movilizaciones que convoque nuestro sindicato», afirmaron.