Claudicación con el narco
Hace falta coraje para ayudar en la lucha contra el narco y, si hace falta, abrir el debate sobre la legalización de la droga
ALBERTO SOTILLO
En un sólido reportaje de Jon Sistiaga sobre la violencia en México emitido por la Cuatro, se contaba cómo durante un combate de lucha libre en un barrio popular, el público animaba y jaleaba al malo para que le hiciera más perrerías al bueno. Lo ... que, por una errática asociación de ideas, me hizo pensar en cómo muchos de los intelectuales de ese país se han lanzado a degüello contra el presidente Calderón por declarar la guerra al narcotráfico.
El ex ministro de Exteriores de México, Jorge Castañeda, le reprocha haberse metido en «una guerra que no se puede ganar». Argumento a menudo acompañado por el de que las buenas armas para combatir la mafia de la droga son la educación y el progreso económico. Se comprende que la población que sufre aquella carnicería se sienta desalentada y sólo piense en el día en que acabe como sea el baño de sangre. Pero, tal vez habituado al intelectual comprometido del siglo XX, me sorprende la presteza claudicante de esta nueva raza de filósofos hiperpragmáticos del XXI. Su rasante falta de ideales. Resignarse a que no se puede ganar la guerra al narcotráfico es dar por perdida cualquier esperanza de contar con un Estado no ya utópico, sino corrientito y de lo más moliente.
En el siglo XX el intelectual soñaba con asaltar los cielos. En el XXI, se conforma con imaginar que el progreso económico y social, la ilustración y la educación de los pueblos prosperarán en una sociedad en la que las mafias del narcotráfico son más poderosas que el Estado. Cierto que también hace falta coraje en las sociedades occidentales para ayudar de verdad en esa lucha y, si hace falta, abrir el debate sobre la legalización de la droga. Pero no deja de sorprender la inclinación del intelectual pragmático a echar en cara al bueno que se parta la madre en su lucha sin esperanza contra los malos.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete