Michelle Obama tenía previsto un partido de tenis que anuló a cambio de una visita a la vecina Granada y hoy tendrá a su disposición el Beach Club del hotel, antes de una visita por la tarde a la ciudad de la Alhambra. Entre lo curioso para la noche figura la preparación de un pijama-party, como ha podido saber ABC por el propietario, que es un ilustre coleccionista: «Le estaba llevando unos jarrones chinos y redecorando la suite y me han pedido que lo quite todo, que lo que quieren son un montón de camas en el salón…». «Es sencillamente espectacular», han dicho nada más verla los dueños del complejo en que se aloja la señora Obama. La mujer del presidente descendió de un gran automóvil todoterreno con una amplia sonrisa y ataviada juvenilmente con un vestido negro, el cabello peinado tirante hacia atrás y recogido en un moño.
La primera dama estadounidense ha sorprendido por sus atractivas maneras y elegancia a sus únicos interlocutores a su llegada al complejo turístico de la Costa del Sol en que pasará cuatro días de vacaciones. La familia dueña del Villa Padierna recibió como anfitriones, de tú a tú y sin presencia oficial alguna, a Michelle Obama y a su hija Sasha, que «nos han soltado dos besos a la española», dicen Ricardo Arranz y Alicia Villapadierna, «a lo que no son nada partidarios los norteamericanos».
Michelle Obama sólo quería un montón de camas en el salón
«Nunca hemos visto a un dirigente comportarse con esta sencillez y elegancia», dicen al explicar que la primera dama parecía tener de antemano todas las referencias del selecto establecimiento. «Se interesó de inmediato por visitarlo y conocer las colecciones de arte expuestas. Dijo espontáneamente que había oído hablar tanto» del hotel, al tiempo que señaló su «satisfacción por encontrarse en España y sus ganas de relajarse aquí», en un lugar que es conocido por sus sofisticadas terapias relajantes y reconstituyentes.
La primera dama y su hija fueron recibidas junto a la escalinata (que fue del antiguo palacio de los Larios en Madrid) por los propietarios de este singular conjunto, que atesora innumerables obras de arte. En el momento del encuentro, «toda la seguridad desapareció como por ensalmo y nos quedamos los cuatro», relataba a continuación a este diario Ricardo Arranz: «enseguida nos han dado un trato como si fuéramos de la familia».
«Le hemos dicho a la primera dama el orgullo que suponía para nosotros tenerla en esta casa», pero sobre todo «para toda la Costa del Sol, que es realmente la honrada por la elección» y la que puede sacar partido de esta visita. Una preocupación de recuperar el buen nombre de la costa española que Arranz hace objetivo prioritario, propio y de todo el sector.
Cuatro mayordomos
A continuación se han retirado al palacete seleccionado por los servicios secretos norteamericanos, entre la docena de villas en que se alojarán ellos y sus invitados, y han disfrutado de una comida, servida por los cuatro mayordomos que tienen a su disposición las 24 horas del día.
Por la tarde, Michelle ha cambiado un partido de tenis por una visita y, pese a los consejos de los propietarios, que esperara al final de la tarde «para no comerse todo el calor», ha bajado al casco histórico de Marbella sobre las 18.30 horas. La primera dama y su hija, de 9 años, han entrado en varios comercios y paseado por Puente de Ronda y la calle Remedios, entre un fuerte despliegue de seguridad, que no les ha privado de adquirir varios obsequios de bisutería y saludar a los vecinos que asomaban a los balcones, antes de cenar tempranamente en un típico restaurante.
Con todo, la jornada en el exclusivo ressort golfista, que se alza sobre Puerto Banús, no ha variado un ápice. Algo que debe de ir con el carnet de rico es la capacidad de no sorprenderse demasiado nunca por nada; así se ha visto al centenar de discretos inquilinos del ressort proseguir con sus prácticas golfísticas.
La primera dama ha pedido a los responsables del Villa Padierna poco más que la exclusividad hoy del uso del club de playa. Michelle Obama había aterrizado en Málaga a las 10.30 de la mañana y llegó al recluido Benahavís _que pasa por ser el ayuntamiento más saneado y con más campos de golf de España_, por la autopista superior y entrando por Estepona, que figura en cambio como uno de los municipios más denostados.




















