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Gómez ofrece la «cabeza» de Lucas

Ferraz se niega y no acepta que el portavoz municipal se convierta en moneda de cambio

efe

g.sanz

Las aguas bajan más que revueltas en el PSM. Fuentes socialistas aseguraron ayer a ABC que, en la semana siguiente al jueves 15 de julio, día en que el presidente del PSOE, Manuel Chaves, sugirió a Tomás Gómez renunciar a la candidatura a la Presidencia de la Comunidad de Madrid, el líder del PSM no se quedó quieto. Consciente de que iban a por él, Gómez ofreció a la dirección federal que el candidato a la Alcaldía de la capital no fuera el portavoz en el Ayuntamiento de Madrid, David Lucas, y así formar «ticket» electoral con otra persona. Todas las versiones recogidas por este periódico apuntan al secretario de Estado para el Deporte, Jaime Lissavetzky, quien, para sorpresa de muchos en la Dirección Federal, el domingo, en plena refriega entre Ferraz y el PSM, se lanzó a declarar que «podría haber primarias» y que «cualquiera puede ser candidato».

Unas declaraciones que no gustaron a José Luis Rodríguez Zapatero y que causaron cierta sorpresa en la Dirección Federal porque en los círculos dirigentes ya era el domingo vox populi la maniobra de Gómez. Según las fuentes consultadas, la Ejecutiva Federal no se da por enterada de la oferta de Gómez porque sigue creyendo que el problema seguiría siendo él como cabeza de cartel autonómico.

Romper la mayoría

La tesis defendida, primero por José Blanco, y desde el episodio vivido este fin de semana, asumida por casi la totalidad de la Dirección Federal, es que hay posibilidad de romper la mayoría absoluta de Esperanza Aguirre pero con Trinidad Jiménez, más conocida y valorada que el líder del PSM. Él se ha atrincherado y está recontando sus apoyos por si Ferraz se atreve a dar el paso de avalar a otro candidato. Ayer, Blanco, no quiso siquiera mencionarle: «Siempre me ha guiado una conducta, que es tratar de buscar y apoyar a los que yo entendía eran los mejores candidatos para tener los mejores resultados», dijo en rueda de prensa con el presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla.

Pese a esas palabras, que pudieran dar a entender que Ferraz «tira la toalla», fuentes socialistas insisten en que la Dirección Federal tiene la determinación de que Gómez no se enfrente a Aguirre y que solo está ganando tiempo para que cuaje sus tesis en el PSM, que es donde tiene que cuajar. Ferraz cree contar a su favor con el «error» del enfrentamiento abierto al que ha llegado Tomás Gómez.

Ha ofrecido formar «ticket» con otra persona, pero la Dirección Federal no quiere que Gómez siga

De momento, lo va a intentar por «consenso» entre las dos direcciones, como reclamó Zapatero el lunes en la reunión de la Ejecutiva Federal y apoyaron también dirigentes madrileños en la reunión de la Ejecutiva del PSM que se celebró a esa misma hora. Entre ellos el propio David Lucas, su mano derecha en el consistorio, Ángeles Álvarez y el alcalde de Getafe, Pedro Castro. El presidente de la FEMP, que llegó a decir a puerta cerrada a Gómez la misma tesis que le había expuesto Manuel Chaves el día 15: si hay candidato/a con más posibilidades en las encuestas, échate a un lado, ayer pareció recular. Por la mañana se ratificó en lo dicho el día anterior, pero horas después, tras recibir numerosas presiones telefónicas de los afines al secretario general del PSM en la Ejecutiva, Castro aseguró que Gómez «debe ser» quien se enfrente a Aguirre.

En la sede socialista federal se actúa con sumo tino porque saben que esas presiones existen y a ellas atribuyen el apoyo del alcalde de Alcorcón, Enrique Cascallana, o el de Coslada, Ángel Viveros, a la candidatura del secretario general madrileño. Ayer corrió como la pólvora la versión de que la secretaria de Organización del PSM, Trinidad Rollán, estuvo toda la tarde del lunes telefoneando a los «fieles» a la Federal para que se desdijeran.

La prudencia de Lucas

Sin embargo, en el caso de David Lucas no parece haberlo logrado porque, ayer, el portavoz municipal dio una rueda de prensa para aclarar que él apoya al secretario general del PSM, para recalcar acto seguido que se debe buscar «el consenso y el diálogo» con la Dirección Federal antes que ir al enfrentamiento en unas primarias. «Ante todo, hay que tener prudencia, discreción y situar las cosas en su contexto; de las candidaturas se hablará en septiembre». Con estas palabras, esquivó ayer el portavoz socialista en el Ayuntamiento de Madrid, David Lucas, las reiteradas preguntas sobre si estaría dispuesto a batirse en unas primarias para optar a la alcaldía de Madrid. «Lo más importante es el consenso y el diálogo. Si eso no se produce lo valoraremos en su momento», prosiguió.

En todo momento, Lucas manifestó su apoyo, lealtad y respaldo al secretario de los socialistas madrileños, Tomás Gómez, y respecto a la posible aspiración de Jaime Lissavetzky a la alcaldía, Lucas se refirió a él como «un gran secretario de Estado para el Deporte y un buen amigo» , sin querer entrar a valorar aquellas voces que le sitúan como posible candidato de Ferraz.

El silencio impuesto por Ferraz solo lo respetaron los dos «amonestados» por Zapatero

Poco duró el silencio que reinaba por la mañana, después de un fin de semana y varios días de infarto, a cuenta de las supuestas filtraciones, noticias y desmentidos sobre la «invitación» dada por Ferraz al ex regidor de Parla de dar un paso atrás con su candidatura. Solo lo respetaron el vicesecretario general del partidoy ministro de Fomento, José Blanco, y el propio Gómez, los dos supuestos «amonestados» por Zapatero con su frase de «no me gustan las posiciones numantinas ni la falta de discreción en el debate interno».

Blanco se negó a manifestar públicamente cuál era su opinión e incluso se permitió el lujo de la ironía al contestar a la primera pregunta de los medios sobre la situación de Gómez con una pregunta: «¿le ha sucedido algo?». Así, sin nombrarle si quiera por su nombre, accedió a hablar del asunto como una «reflexión general», en la que volvió a hacer hincapié en respetar los plazos de las candidaturas. El secretario general de los socialistas madrileños, por su parte, apeló a la «discreción» y por primera vez en mucho tiempo dejó en el tintero su ya «eterna» postulación como candidato.

Hablan dos ministros

Por la tarde se sucedían opiniones de distintas personalidades del partido que, en alguna ocasión, han sonado como candidatos, como es el caso del ministro de Educación, Ángel Gabilondo —su nombre sonó como aspirante al Ayuntamiento— que pidió al PSOE que, a la hora de elegir al candidato socialista a la Alcaldía de Madrid para las municipales de 2011, se tenga en cuenta si tiene «capacidad para concitar el apoyo ciudadano, más allá de que cuente con el respaldo del aparato del partido».

La ministra de Sanidad —y otra de las posibles «candidatas» a competir por el sillón de Sol—, Trinidad Jiménez, por su parte, dijo que lo único que actualmente le importa es «ejercer bien su función como ministra». El portavoz parlamentario del PSOE en el Congreso de los Diputados, José Antonio Alonso, se mostró convencido de que finalmente en la federación socialista «elegirán al mejor o a la mejor de los candidatos».

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