Jaden y Willow Smith son la última revelación sobre la alfombra roja. Los hijos de Will Smith y Jada Pinkett son, a sus 12 y 10 años respectivamente, estrellas de cine. Han hecho sus pinitos en el cine (Jaden acaba de estrenar «Karate Kid» y Willow participó en «Soy Leyenda») pero además conocen perfectamente cómo posar y sonreir a los fotógrafos.
El estilismo también corre de su cuenta y no tiene desperdicio: tachuelas por todas partes, chaquetas moteras y estampados dominan sus «looks», que acompañan con maxi gafas de sol y peinados extremos. Está claro que si alguna edad es para experimentar, esa es la infancia... aunque las fotos para el recuerdo queden siempre ahí. Jaden y Willow son como sus padres, pero en versión mini: Jaden, bromista, desenfadado, sonriente y muy simpático; Willow, presumida, a la última y atrevida.
Y es que en Hollywood las estrellas sí tienen quien les haga sombra. Sus hijos cogen el testigo de la fama desde la cuna y se lanzan a por los flashes con la mayor naturalidad del mundo. Si no, que se lo digan a Madonna, a quien nadie ha podido eclipsar, hasta que ha llegado su hija Lourdes pisando fuerte. Con un estilismo muy «material girl» (con línea de ropa incluida) inspirado en su mamá, Lola ya ha protagonizado su primera portada y se codea con el «star system».
Otra que ha pasado su genética «fashion» es la más «victim» de todas, Victoria Beckham. Aunque la ex Spice todavía no tiene a quién legar su colección de Birkin y Louboutin, Vicky tiene en su hijo Romeo su viva imagen, en masculino. Feliz ante las cámaras, el mediano de los Beckham no solo se ha lanzado a bailar break frente a los paparazzi sino que a menudo escoge traje y corbata para salir a cenar (y eso que tiene ocho años), o estrena disfraz. También Brooklyn, de once años, y Cruz, de cinco, suelen jugar con su imagen, pero son más parecidos a su padre, y juegan con su peinado, rapándose el pelo o haciéndose crestas, David Beckham, el primer «metrosexual».
No obstante, si hay una niña que ha superado con creces los estilismos de su propia madre es Suri Cruise. La niña de «TomKat» siente debilidad por los tacones, elige su propia ropa, no usa medias ni aunque haga frío y sus vestiditos son los más copiados en todo el mundo.