Adiós unidad, hola elecciones

La postiza unidad entre el tripartito y CiU no ha durado ni 24 horas. Tras conseguir un acuerdo de mínimos en el Parlament sobre el Estatut, plasmado en una simple reproducción del preámbulo —que incluye el concepto de «nación» catalana—, los partidos que apoyaron la manifestación del 10-J han emprendido ya caminos separados con las elecciones autonómicas como meta.

El líder de CiU, Artur Mas, se vanagloriaba ayer de haber salvado al tripartito del «ridículo» al comprometerse a apoyar cualquier propuesta que presentara el presidente de la Generalitat, José Montilla. «El acuerdo costó mucho —dijo— porque dentro del tripartito cada uno va por su lado», pero «hemos evitado que el ridículo del tripartito sea el ridículo de Cataluña».

El secretario general de ERC, Joan Ridao, acusó a CiU y PSC de querer volver al «autonomismo tronado de los ochenta y los noventa» y puntualizó que el debate fue «muy clarificador» al demostrar que «no hay una estrategia común de salida». Y es que, en la línea de su discurso parlamentario, Montilla reivindicó ayer en un artículo publicado por el diario «El país», el «espíritu constitucional primigenio» y la vía federal «como la más apropiada para desarrollar nuestro futuro común», mientras que los republicanos amagan con el adiós al tripartito, dada la imposibilidad de que los socialistas se sumen a la reclamación de independencia que ERC defiende para superar el recorte estatutario.

Por su parte, el PSC ha reivindicado su centralidad, frente a las posiciones «extremistas» de izquierda y derecha. «No renunciaremos a la convivencia, por mucho que los extremistas de una y otra banda tensen la cuerda hasta poner en riesgo esta convivencia», dijo el director de campaña del PSC, Jaume Collboni, durante la Convención del Programa Marco celebrada en Lleida, donde se aprobó incluir en el programa electoral del partido la reforma de la Constitución y la recuperación íntegra del

Estatut. El secretario general de ICV, Joan Herrera, pidió «valentía» al PSC en el Congreso, y a CiU, que abandone el tacticismo para demostrar que Cataluña rechaza la sentencia. «Desde el catalanismo debemos pedir respecto y concreción, que se cumpla el Estatut, que se cambie la Constitución y que tengamos una hoja de ruta concreta», dijo.

Asimismo, la presidenta del PP catalán, Alicia Sánchez-Camacho, lamentó que el Parlament llame «a la insumisión legal» a través de la resolución conjunta aprobada el viernes y afirmó que Montilla y Mas han emprendido un camino «que desafía al Estado de Derecho».

El líder de Ciutadans, Albert Rivera, reclamó a Montilla que escuche a los «barones» del PSOE como los ex diputados Gregorio Peces-Barba y Alfonso Guerra, y el presidente del Congreso, José Bono, «que han demostrado durante años que tienen un sentido de Estado, lo que el presidente Montilla no está teniendo».