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Sigue la pista

La alta costura, como se ha visto a lo largo de esta semana, va más allá del lujo. Se trata de un banco de pruebas de las tendencias que dominarán la calle

La pregunta más frecuente en lo que a la alta costura se refiere es: si no tengo 30.000 euros para gastarme en un vestido, ¿por qué me va a interesar ver las colecciones de prendas exclusivas que desfilan en pases privados, en París?

No es ningún secreto que las creaciones elaboradas a mano que se han presentado en la capital francesa esta misma semana (Chanel, Christian Dior, Giorgio Armani, Givenchy, Elie Saab, Jean Paul Gaultier, Valentino...), están al alcance de muy pocos. Las malas lenguas dicen que, hoy en día, la alta costura sólo existe para saciar el apetito fashionistade las mujeres de magnates asiáticos y financieros rusos.

Pequeñas manos

La sucesión de trajes ultra elaborados, recubiertos de pailletes, cristales y demás adornos preciosos son el laborioso y minucioso trabajo de lo que se conoce en moda como les petites mains de los atelier (talleres) de las maisons (casas de moda) de costura. La traducción literal de petites mains es «pequeñas manos» y se refiere a las costureras de confianza de los diseñadores, que elaboran a mano, una por una, cada pieza de las reducidas colecciones de haute couture.

A muchos les sorprenderá saber que estas colecciones de alta costura son una progresión natural de las colecciones de otoño-invierno, así como un pequeño guiño de lo que nos va a proponer en pocos meses el prêt-à-porterde verano. En otras palabras, son una forma de prever la moda que viene. Hablando en plata: lo que hemos visto esta semana en París es una versión «hormonada» (por el exceso) de lo que llevaremos el próximo invierno, al mismo tiempo que un avance del verano de 2011.

A estas alturas del año, los diseñadores ya casi tienen terminadas sus colecciones del siguiente verano, que presentarán durante el mes de septiembre. Ellos tienen claras las tendencias para todo el año que viene. Los demás, prestando atención, las podemos predecir.

A pie de pasarela

Los expertos en moda lo saben, y apuntan cada detalle, sentados a pie de pasarela. Desde los patrones (volumen en las mangas de las chaquetas y faldas largas, en Chanel; vestidos tulipán, en Dior; corte babydoll, en Valentino), los colores (inspirados en los tonos de las flores de un jardín botánico, en Dior; toda la gama de marrones, en Armani), los acabados (los lazos, en Valentino) o los materiales (el cuero estilo neopreno, en Gaultier; el encaje delicado, en Valentino), hasta la forma de los zapatos y el maquillaje.

En moda no hay sorpresas. Se trata de entender aquello que vemos, sobre todo en la alta costura, que, para las expertas, es un utensilio indispensable, convirtiéndose en una baraja del Tarot. ¿El reto? Saber interpretarla.

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