Una semana en el atasco

SARA MEDIALDEA

06/07/2010
Actualizado a las 07:57h.

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Los atascos salen caros. En dinero, en contaminación, en nervios y en tiempo. Vean, si no, las cifras que ayer aportó Pedro Calvo, el concejal de Movilidad de Madrid, una ciudad en la que algo sabemos de embotellamientos. De acuerdo con sus datos, la mala circulación nos cuesta más de 800 millones de euros al año y más de 80 millones de horas perdidas. Personalizando más la cosa, cada madrileño desperdicia en un atasco unos 14 minutos al día; o lo que es lo mismo, el equivalente a siete días completos de vacaciones tirados entre bocinas, ruido y tubos de escape.

El escenario elegido por Calvo para dar a conocer semejantes estadísticas fue Aranjuez, donde participó en la apertura de un curso de verano de la Universidad Rey Juan Carlos dedicado al «Transporte y la crisis económica». Allí, el concejal que se ocupa de la circulación en la capital, explicó que los principales problemas de congestión en Madrid se registran en los accesos a la ciudad, y que su coste es de unos 3,4 millones de euros al día, 839 millones al cabo de año.

Pero si la sangría económica es importante, la de tiempo es aún más dolorosa: perdemos en los atascos unas 329.000 horas al día, 81 millones de horas al cabo del año. El 12 por ciento de estas pérdidas se producen en zonas como la M-30.

Metro: nueva línea circular

Esto, por lo que respecta al transporte privado: en el caso del público, más de la mitad de los desplazamientos actuales se realizan en este medio —en autobús o Metro— dentro del área metropolitana, aunque son algo menos los que afectan a toda la región. En la almendra central de la ciudad es donde más viajes se hacen en transporte público: un 74 por ciento.

Y eso que la crisis también se ha dejado sentir: el «mordisco» de un 4,3 por ciento en el número de afiliaciones a la Seguridad Social en la Comunidad de Madrid se ha traducido en un descenso del 5 por ciento en el uso de transporte público.

En Metro, el modo de transporte más usado en la ciudad, el concejal Pedro Calvo argumentó a favor de crear una nueva línea circular, que cree que «será imprescindible a medio-largo plazo» para descongestionar la actual y reducir los tiempos de viaje.

La moto ha sido el único vehículo que ha crecido en los años 2008 y 2009: hasta un 7,9 por ciento. Ahora alcanza ya un 10,5 por ciento del total del parque móvil de la ciudad. En cuanto a la M-30, cuya remodelación completa se ejecutó en el anterior mandato municipal, el edil destacó que, desde esa obra, la velocidad media ha aumentado un 25 por ciento —de los 52,6 kilómetros por hora de 2006 a los 65,4 de 2009—, lo que ha permitido ahorrar 4,4 millones de horas, 12 millones de litros de combustible y 35.000 toneladas de CO2 al año.

Los atascos salen caros. En dinero, en contaminación, en nervios y en tiempo. Vean, si no, las cifras que ayer aportó Pedro Calvo, el concejal de Movilidad de Madrid, una ciudad en la que algo sabemos de embotellamientos. De acuerdo con sus datos, la mala circulación nos cuesta más de 800 millones de euros al año y más de 80 millones de horas perdidas. Personalizando más la cosa, cada madrileño desperdicia en un atasco unos 14 minutos al día; o lo que es lo mismo, el equivalente a siete días completos de vacaciones tirados entre bocinas, ruido y tubos de escape.

El escenario elegido por Calvo para dar a conocer semejantes estadísticas fue Aranjuez, donde participó en la apertura de un curso de verano de la Universidad Rey Juan Carlos dedicado al «Transporte y la crisis económica». Allí, el concejal que se ocupa de la circulación en la capital, explicó que los principales problemas de congestión en Madrid se registran en los accesos a la ciudad, y que su coste es de unos 3,4 millones de euros al día, 839 millones al cabo de año.

Pero si la sangría económica es importante, la de tiempo es aún más dolorosa: perdemos en los atascos unas 329.000 horas al día, 81 millones de horas al cabo del año. El 12 por ciento de estas pérdidas se producen en zonas como la M-30.

Metro: nueva línea circular

Esto, por lo que respecta al transporte privado: en el caso del público, más de la mitad de los desplazamientos actuales se realizan en este medio —en autobús o Metro— dentro del área metropolitana, aunque son algo menos los que afectan a toda la región. En la almendra central de la ciudad es donde más viajes se hacen en transporte público: un 74 por ciento.

Y eso que la crisis también se ha dejado sentir: el «mordisco» de un 4,3 por ciento en el número de afiliaciones a la Seguridad Social en la Comunidad de Madrid se ha traducido en un descenso del 5 por ciento en el uso de transporte público.

En Metro, el modo de transporte más usado en la ciudad, el concejal Pedro Calvo argumentó a favor de crear una nueva línea circular, que cree que «será imprescindible a medio-largo plazo» para descongestionar la actual y reducir los tiempos de viaje.

La moto ha sido el único vehículo que ha crecido en los años 2008 y 2009: hasta un 7,9 por ciento. Ahora alcanza ya un 10,5 por ciento del total del parque móvil de la ciudad. En cuanto a la M-30, cuya remodelación completa se ejecutó en el anterior mandato municipal, el edil destacó que, desde esa obra, la velocidad media ha aumentado un 25 por ciento —de los 52,6 kilómetros por hora de 2006 a los 65,4 de 2009—, lo que ha permitido ahorrar 4,4 millones de horas, 12 millones de litros de combustible y 35.000 toneladas de CO2 al año.

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